
La economía argentina ya venía complicando la renovación del celular, pero ahora el problema trasciende fronteras. El mercado tecnológico global se prepara para un aumento de precios generalizado en los teléfonos, impulsado no por la inflación ni por fallas logísticas, sino por una crisis de suministros causada por el crecimiento imparable de la inteligencia artificial.
El auge de centros de datos dedicados a IA está absorbiendo cantidades masivas de hardware, en especial memorias RAM. Esto empuja a todo el sector hacia un escenario de escasez que podría volverse crítico a mediados de 2026.
Analistas coinciden en que los fabricantes deberán tomar una decisión incómoda: trasladar el incremento de costos a los consumidores o reducir la calidad de los componentes.
Según el portal chino especializado Jiemian News*, marcas como Xiaomi, OPPO y Vivo ya enfrentan serias dificultades para asegurar su stock de RAM para los próximos meses.
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