La propuesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que busca priorizar la energía generada por la paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) está ahuyentando a los posibles inversionistas en energía verde a un ritmo vertiginoso, advierten las asociaciones de energía eólica y solar del país.
Adicional a la inversión de USD 20,000 millones en el sector eólico y solar de México, se requerirán otros USD 10,000 millones en 2024 para cumplir con las metas de energía limpia del país, según Nelson Delgado, representante de las asociaciones mexicanas de energía eólica y solar, conocidas como AMDEE y ASOLMEX. Sin embargo, mientras el Congreso debate sobre la reforma eléctrica propuesta por el Gobierno, el ritmo de inversión de las empresas internacionales de energía renovable se desacelera considerablemente, provocando que México se atrase en su impulso para alejarse de los combustibles más sucios.
Delgado dijo en una entrevista telefónica que la incertidumbre regulatoria ha frenado nuevos proyectos y dañado la confianza para que más inversionistas consideren invertir en México.
AMLO, como se le conoce al presidente, envió el otoño pasado una iniciativa de reforma constitucional que busca que la CFE mantenga 54% del mercado nacional. Obtener la aprobación del proyecto de ley requiere que el partido gobernante Morena y sus aliados legislativos logren un acuerdo con los legisladores de la oposición de modo que obtengan la mayoría de dos tercios necesaria para su aprobación en ambas cámaras, además de algo de apoyo a nivel estatal. La Cámara de Diputados de México celebró un parlamento abierto la semana pasada en un esfuerzo por llegar a dicho acuerdo, se esperan más conversaciones en los próximos meses.
El presidente ha prometido que un sector energético más nacionalizado reactivará la economía de México al permitir la autosuficiencia del país, así como deshacer su dependencia de los mercados extranjeros volátiles. Pero los críticos dicen que la reforma propuesta revertiría años de avances en energía renovable en un momento en que el resto del mundo se está moviendo en la dirección contraria.
Un estudio publicado a principios de este mes por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés) encontró que, de aprobarse las reformas energéticas, el costo total de operación del sistema eléctrico nacional de México podría aumentar hasta en un 52.5% y las emisiones anuales de CO2 podrían subir hasta un 65.2% en el escenario más extremo. Aproximadamente el 99% de la energía eólica y solar de México es generada por empresas privadas, dicen los grupos comerciales de energía solar y eólica, mientras que CFE se enfoca más en el gas natural, la energía hidroeléctrica y los combustibles fósiles.
Delgado asegura que el informe de NREL es perfectamente consistente con lo que se ha visto en términos de la creciente importancia de los proyectos eólicos y solares en México y sus propios cálculos internos. Agregó que si la energía eólica y solar es desplazada por plantas termoeléctricas ineficientes de la Comisión Federal de Electricidad, eso tendrá un impacto en los costos y las emisiones.
Con información de Bloomberg
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