La vida de Juan Pablo Moreno Cortez, un niño de apenas 3 años, dio un giro inesperado a fines de julio cuando le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda tipo B común, de riesgo intermedio.
Desde entonces permanece internado en el sector de pediatría del Hospital Dr. Guillermo Rawson, donde afronta un tratamiento largo e intenso.
El protocolo médico incluye quimioterapia, medicación específica y transfusiones de sangre. Pero la situación se complicó en los últimos días: aunque Juan Pablo tiene factor 0+, los estudios determinaron que necesita un genotipo muy difícil de encontrar, lo que reduce las posibilidades de conseguir donantes compatibles.
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