Dueño de un récord de 34-3 en el circuito y de cuatro títulos, entre ellos tres Grand Slams, este año, Novak Djokovic había trasladado su gran momento a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Allí, el número 1 del mundo no había perdido ni un set. Hasta que los perdió en el momento en el que más certero necesitaba estar: cuando tenía frente a sí las medallas.
El serbio, que soñaba con el Golden Slam en Japón, había tenido un viernes negro, con derrotas en semifinales del singles masculino y del dobles mixto, lo que lo privaba de cumplir ese anhelo de la medalla dorada. Y este sábado esa racha negativa se prolongó: perdió el partido por el bronce olímpico y se bajó de esa instancia en el dobles mixto.
Ante un irreconocible Djokovic, el español Pablo Carreño (11° ATP) se impuso por 6-4, 6-7 (6) y 6-3 para lograr la 13ª medalla del tenis español en unos Juegos Olímpicos y la cuarta en el torneo individual masculino tras las ganadas por Jordi Arrese (plata e 1992), Sergi Bruguera (plata en 1996) y Rafael Nadal (oro en 2008).
La emoción del español Carreño mientras se retira Djokovic sin medalla. Foto Marijan Murat/dpa
Quizá afectado aún por la sorprendente derrota contra Alexander Zverev -perdiendo ocho juegos consecutivos cuando tenía el partido encarrilado en el segundo set-, por el cansancio (era su 9° partido en una semana, contando el dobles mixto, y el 7° en apenas 72 horas) y por el sol abrasador a primera hora de la tarde, Djokovic comenzó el partido irreconocible: incapaz de meter primeros servicios (solo un 40%) y 10 errores no forzados en el primer set.
Con esos números es casi imposible ganar a este nivel y, lógicamente, Carreño lo aprovechó para apuntarse la primera manga, sin hacer tampoco un juego extraordinario, ya que con devolver la pelota y esperar el fallo del serbio tenía suficiente en muchos momentos para ganar el punto.
En el segundo set, Djokovic mejoró su servicio y eso le permitió igualar el partido y estar a dos breaks de forzar el tercer set (0-30 y 5-4 a favor), pero Carreño reaccionó y llevó el desenlace al tie break, donde contaría además con un match ball, pero lo dejó escapar y el serbio no perdonó para igualar el partido.
Pese a ganar el set, Djokovic seguía sin jugar a su nivel y cuando Carreño le quebró el servicio y se colocó 3-0 en el tercer set, el temperamento del serbio le volvió a jugar una mala pasada: primero lanzó su raqueta a la tribuna (vacía) tras no llegar a una pelota y después destrozó la raqueta después de perder un juego contra el poste de la red.
Hay que recordar que el año pasado en octavos de final del US Open, Djokovic ya fue descalificado por pegar un pelotazo a una jueza de silla en un partido contra Carreño, que atesoraba aquella como la única victoria que tenía en cinco enfrentamientos frente a Djokovic.
Con confianza tras encontrarse por delante en el marcador en el tercer set, Carreño jugó su mejor tenis, con golpes profundos a las líneas y moviendo al serbio de un lado a otro de la cancha hasta agotarlo y llevarse la ansiada medalla después de realizar un soberbio torneo, en el que ha ganado a los dos primeros de la clasificación mundial, Djokovic y el ruso Daniil Medvedev (en cuartos), y solo perdió en semifinales contra el también ruso Karen Khachanov.
Es la segunda derrota consecutiva para un Djokovic que parecía imbatible esta temporada y que buscaba seguir aspirando al Golden Slam con un oro en Tokio, pero se marchará de la capital nipona sin metal, al menos en el torneo individual.
Djokovic tenía la posibilidad de ganar una medalla, haciendo pareja con su compatriota Nina Stojanovic. Pero instantes antes de salir a jugar ese partido por la medalla de bronce contra los australianos Ashleigh Barty y John Peers, el serbio se retiró y cerró una aventura impensada.
Con información de AFP