El primer tiempo en el Camp Nou en el partido clave de la Liga de España fue chato y contó con pocas situaciones de gol. Las mejores llegaron sobre el final y la mayoría fueron para el Atlético de Madrid. Sin embargo, Barcelona pudo haber abierto el marcador a través de los pies de Lionel Messi.
El rosarino armó su jugada característica. Iban 41 minutos cuando dominó la pelota sobre la derecha y empezó a encarar a toda velocidad hacia el medio. Se sacó de encima a uno, dos, tres rivales… Llegó al área y metió un nuevo enganche hacia el medio que hizo pasar de largo a otros tres defensores que buscaban taparle el tiro.
En la puerta del área sacó el zurdazo que buscaba el ángulo, pero el arquero Jan Oblak le ahogó el grito.