Una noche inolvidable para Lionel Messi y para todos los argentinos: el astro no pudo contener las lágrimas durante la entrada en calor de la Selección argentina, previo al encuentro ante Venezuela por las Eliminatorias Sudamericanas. La ovación del público en el estadio Monumental desató la emoción del 10 en su último partido oficial con la Albiceleste en suelo argentino.
Al salir a la cancha junto a sus compañeros de la Scaloneta, Messi recibió un saludo ensordecedor de los hinchas, que corearon su nombre desde los cuatro costados del estadio. Por unos largos segundos, el capitán se quebró mientras realizaba los movimientos precompetitivos, mostrando a flor de piel sus sentimientos frente a la multitud.
La emoción se profundizó durante la entonación del Himno Nacional, cuando Messi estuvo acompañado de sus tres hijos. En ese instante, el jugador besó a Ciro en la cabeza y sostuvo la frente con lágrimas en los ojos, un gesto que reflejó la magnitud del momento y la conexión con su familia y los fanáticos presentes.
El Monumental vivió una jornada cargada de afecto y reconocimiento para el futbolista, que sigue escribiendo su historia con la Selección argentina en una noche que quedará grabada en la memoria de todos.