Una historia de terror tuvo su final este jueves en sede de los Tribunales sanjuaninos cuando al Justicia condenó a 20 años de prisión a un kiosquero que violó en reiteradas ocasiones a una adolescente de 17 años y a su hermanito de 11, ambos con discapacidad y retraso madurativo respectivamente. Pero, para sumarle más horror a los repugnantes actos, el sujeto actuaba con la ayuda de una tía de los menores.
Según fuentes judiciales, a lo largo del debate oral y público se logró acreditar que el hombre cometió delitos en perjuicio de la integridad sexual, en forma reiterada, de los hermanos cuando la joven tenía 17 años (hoy 18 años con discapacidad) y cuando el chico tenía 11 (hoy 13 años con retraso madurativo), hechos que sucedieron en el domicilio del sujeto en Capital, donde funciona un negocio de bebidas. Además, el abusador convenía los encuentros con una tía materna de los niños, quien los tenía a su cargo y convivía al momento de los hechos ya que era amiga y vecina suya.
En relación a la joven, el hombre cometió los ultrajes entre abril y agosto del 2024, cuando ella tenía 17 años, en la habitación del sujeto. Este se valió de engaños, violencia y de su situación de poder sobre la víctima para lograr accederla vaginalmente en reiteradas oportunidades, al menos diez veces.
La primera vez fue en abril de 2024, por la tarde, ocasión en la que el kiosquero coordinó con la tía de la menor para que mande a su sobrina a su casa a cambio de cervezas; una vez en el lugar, hizo ingresar a la joven tomándola del brazo y la dirigió hacia su habitación, donde le tapó la boca para que no grite. Luego, tocó su cuerpo con sus manos, y cometió los aberrantes hechos de abuso provocándole dolor y sangrado. Además, para desviar su normal desarrollo sexual, le ofrecía dinero a cambio de su silencio, como así también le entregaba golosinas y gaseosas. También, se comunicaba con la joven a través de su teléfono celular.
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