El fútbol volvió a vibrar en el Estadio El Serpentario, con el debut de Sportivo Desamparados en el Torneo Regional Amateur ante Colón Junior. El partido terminó sin goles, pero la verdadera noticia no se midió en el marcador sino en las tribunas: en los cánticos, en los abrazos y en los colores que se mezclaron en una tarde donde la pasión fue más fuerte que cualquier bandera política.
El verde volvió, y volvió con todo su folclore. Las calles cercanas al estadio se llenaron de hinchas con camisetas, banderas, bombos y paraguas verde y blanco. Sin embargo, entre ese colorido popular hubo un detalle que llamó la atención: muchos de esos paraguas no llevaban el escudo del club, sino la insignia del Partido Justicialista.
Un gesto que podría parecer provocador en otro contexto, pero en la tribuna se vivió con naturalidad. En el corazón del “pueblo víbora”, donde la identidad barrial y la política siempre convivieron, la pasión por Desamparados sigue siendo el idioma común que traduce todas las diferencias. Hasta la icónica bandera de “La Guardia Puyutana” lleva la insignia justicialista.
Lo curioso, y quizás lo más sanjuanino del asunto, es que el actual presidente del club Martín Sassur, un psicólogo de profesión y dirigente de larga trayectoria, pertenece al radicalismo. El joven de 35 años fue dos veces presidente de la Juventud Radical, candidato a concejal y también a diputado nacional. Es más, para asumir al frente de la institución, incluso renunció a su cargo como director del Estacionamiento Controlado de la Municipalidad de la Ciudad de San Juan.
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