
El juicio por la muerte de Lorenzo Narváez Barrionuevo llegó este lunes a uno de sus capítulos más intensos. Tras casi tres semanas de audiencia, se desarrollaron los alegatos finales en un clima cargado de tensión, marcado por el testimonio directo de su mamá, Nadia Barrionuevo, cuya voz quebrada puso en primer plano lo que ningún expediente puede traducir: el impacto humano detrás del caso de presunta mala praxis que sacudió a la provincia.
Frente al tribunal, Nadia retomó su relato con la misma crudeza que durante las primeras jornadas. Dijo que cada audiencia la obliga a revivir el dolor, pero que sostiene la fuerza “por justicia”. “Solo quiero que esto termine de una vez… es muy difícil. A mi hijo nadie me lo va a devolver”, expresó entre lágrimas, dejando paralizada a la sala.
También recordó los 20 días en los que acompañó a su bebé internado: “Lo vi apagarse poco a poco. Llegué al hospital tan feliz, con tantas ganas de tenerlo conmigo… y me lo devolvieron en un cajón”.
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