
El presidente de Camerún, Paul Biya, de 92 años, ha logrado un controvertido octavo mandato tras las elecciones del 12 de octubre. Biya, quien ha estado en el poder desde 1982, podría gobernar hasta casi cumplir 100 años si supera la inestabilidad que afecta a su nación.
El partido gobernante celebró su victoria “bajo el signo de la grandeza y la esperanza”, aunque el resultado oficial—Biya 54%, Tchiroma 35%—sorprendió a muchos y generó decepción entre sus opositores, especialmente el exministro Issa Tchiroma Bakary.
Camerún es considerado por Transparencia Internacional como uno de los países más corruptos del mundo. La población, que asciende a 30 millones, enfrenta represión política y una economía estancada, mientras Biya disfruta de un estilo de vida lujoso, incluyendo prolongados viajes al exterior.
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