Ocho meses después de estar al borde de la muerte en una cancha de fútbol, el mediocampista danés Christian Eriksen disfruta de una nueva oportunidad que le da la vida. El sueño que parecía imposible de volver a jugar está cada vez más cerca.
El jugador de 29 años que paralizó al mundo al sufrir una arritmia cardíaca que casi le cuesta la vida mientras jugaba el encuentro por la primera jornada de la Eurocopa frente a Finlandia, se incorporó este lunes a su nuevo equipo: el Brentford de Inglaterra.
Para su regreso a la actividad, después de largos y exhaustivos estudios médicos, el danés contará con la ayuda un desfibrilador automático implantable (DAI), que se activa de inmediato si el jugador vuelve a sufrir un problema cardíaco.
“Está aquí, y está perfecto”, publicó la cuenta del club en redes sociales, con una foto de Eriksen sonriente y en ropa de calle.
La imagen que conmovió al mundo en el inicio de la Eurocopa: Christian Eriksen se desplomó a causa de una arritmia. Foto AP
El jugador llegó al entrenamiento del Brentford para unirse al resto del plantel que prepara el partido del miércoles por Premier League nada menos que frente al líder Manchester City. El danés, que firmó su contrato el 31 de enero, irá de a poco y no fue incluido en la lista de convocados del entrenador Thomas Frank para el choque de la 24° fecha ante los de Pep Guardiola.
“De camino al hospital, le dije a Sabrina (su esposa) que lo mejor sería colgar los botines. Pero, esa idea cambió dos días después”, contó Eriksen en una entrevista con el sitio web de su nuevo club.
Y siguió: “Se trataba de una reacción en ese momento. Realmente, entendí lo que me había pasado más tarde durante la noche y los días posteriores. Comenzaron los exámenes y me hice muchas preguntas: ¿Seré capaz de hacer esto? Y ¿esto?”.
Durante un encuentro de la fase de grupos del torneo europeo, el 12 de junio, entre Dinamarca y Finlandia, el mediocampista se desplomó y tuvo que ser reanimado sobre el césped antes de ser trasladado en una ambulancia al hospital más cercano para recibir atención urgente.
“Pero la sensación después de escuchar a los médicos decir que incluso con un desfibrilador no hay límites para hacer lo que uno quiera e incluso con mi problema de salud… Todo depende del diagnóstico y cómo te tomas todo esto”, aclaró el jugador.
Tras la recuperación Eriksen volvió al club dueño de su pase, el Inter de Italia. Pero allí no aceptaron que para jugar debiera utilizar un dispositivo que alertara en caso de inconvenientes cardíacos.
“Los primeros meses, realmente no podía hacer casi nada. Tienes que curarte y esperar a que todo vuelva a la normalidad (…) Solo en los últimos cuatro meses comenzó la recuperación”, aclaró Eriksen.
“Toqué el balón, volví a un campo de fútbol, percibí el olor del césped, me puse las botas de fútbol y poco a poco va volviendo todo, la ilusión de jugar partidos, de estar en el estadio, de ser parte de un equipo”, agregó.
Lo suyo es volver a vivir, literalmente.