
Con el juicio en su etapa final, la fiscalía y las querellas pidieron al jurado popular que declare culpables a César Sena, Marcela Acuña y Emerenciano Sena, lo que implicaría prisión perpetua por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. Los fiscales reconstruyeron un plan familiar para matar, desaparecer y quemar a la joven de 28 años.
El fiscal Martín Bogado comenzó su alegato hablando de Cecilia como una persona que “tenía sueños, que creía en las personas y que creía en el amor”. Indicó que “el casamiento fue el punto de partida para lo que vino después”. Destacó mensajes en los que Cecilia expresaba: “Un p*** día duró mi matrimonio. Mi suegra me odia”.
Bogado explicó que tras el divorcio relámpago el vínculo continuó marcado por la presión de Marcela Acuña y la sumisión de César Sena. Mencionó que Cecilia rechazó la idea de “lavar dinero” con un café llamado Gato Negro, lo que tensionó aún más las relaciones familiares.
Destacó un episodio de violencia donde la joven fue sometida a la maniobra conocida como “la guillotina”, describiendo que ella dijo: “Hoy tuve miedo porque vi mi vida delante de mis ojos”. Este suceso anticipó una escalada hasta el crimen ocurrido el 2 de junio.
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