Salvo los casos de Leonel Vangioni y de Cristian Lema, cualquier otro jugador que se alejara de la peatonal estaría a salvo de ser reconocido. Javier Sanguinetti -sin ningún antecedente en Newell’s y sin gran recorrido como entrenador principal- llegó a Rosario y se hizo cargo de un plantel sin grandes figuras. La Lepra venía de terminar sexto en la Zona 1 de la Copa de la Liga, con 23 puntos. Nada hacía pensar este arranque que -salvo ese gol de Patronato sobre la hora, en la noche de Rosario, para el 2-2- parecía un idilio: cuatro victorias, un empate, invicto y único líder, apenas un gol en contra (detalle relevante para un equipo que prioriza el cero en su arco). Aún es líder, pero lo acompaña Gimnasia la Plata, los dos con 14 puntos. En este torneo que, parece, les abre la puerta de las posibilidades a casi todos.
Sanguinetti se arregló con lo que tenía y con lo que podía y armó un equipo sólido, que asombra, que no regala nada y que encontró en el mediocampista o extremo izquierdo Ramiro Sordo (21 años, con apenas 13 partidos disputados antes de este torneo; de las inferiores) a su figura y goleador (suma cuatro tantos y está en lo más alto de esa tabla con otros tres futbolistas, Colman, Cristaldo y Bareiro). Ante Patronato marcó el segundo gol de su equipo, que después -ya en el complemento- se quedó y dejó dos puntos en el camino.
Gimnasia, también invicto, resulta otra sorpresa: terminó quinto en la zona A de la Copa de la Liga (no accedió a los cuartos de final por un punto). Con Néstor Gorosito -quien fue capaz de sacar campeón a Tigre en 2019- como entrenador encontró estabilidad y, de a poco, le fue agregando audacia (sobre todo cuando juega en El Bosque). Está igual que Newell’s, tras cuatro victorias y dos empates. Le lleva un gol de diferencia al equipo rosarino.
En La Plata, sobre todo en esa geografía tan tripera como El Mondongo no son pocos los que creen en La Mano de Dios. No sólo por las paredes que muestran a Diego Maradona hecho un Lobo sino porque desde su llegada al club, con el descenso casi garantizado. Todo empezó a cambiar. El ánimo, la fe, el entusiasmo. El equipo de Diego -que, maldito destino, no pudo verlo salvado- evitó el retroceso a consecuencia de la reestructuración del fútbol argentino. Pero desde entonces, empezó a mejorar y su promedio actual es pura tranquilidad (tiene 16 equipos abajo y descienden dos). Debe estar contento Diego en su rincón de cielo que varios de los pibes a los que les dio espacio hoy están peleando arriba.
Gimnasia festeja ante Racing. El equipo de La Plata es el único escolta a dos puntos de Newell’s. (Mauricio Nievas)
Matemática, ¿estás ahí?
Antes de comenzar la Liga, la matemática ofreció su mirada respecto de las posibilidades de los equipos en la competición. A través del sitio desarrollado por el Instituto de Cálculo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas: 301060. El número es un homenaje a Diego Maradona; su fecha de nacimiento, “La Navidad del fútbol”, como dice Guillermo Durán, decano de la casa de estudios.
Se recuerda: el Instituto de Cálculo es una entidad multipremiada a nivel internacional en el contexto de la UBA, la universidad número uno de Iberoamérica por octavo año consecutivo de acuerdo con el ranking que elabora la consultora británica QS Quacquarelli Symonds.
Sin embargo, en este deporte de la dinámica de lo impensado (ese parecer contado por Dante Panzeri), este torneo luce empecinado en dos cosas: las sorpresas y las posibilidades para casi todos, al menos en estas primeras seis fechas.
Datos asociados a la matemática: Newell’s y Gimnasia no llegaban ni al 1% de chances de salir campeón. Tampoco sus tres perseguidores más cercanos (Platense, Huracán y Banfield). El ranking de candidatos al título, al inicio, era el siguiente:
1) River 48,84%
2) Boca 30,06%
3) Vélez 4,63%
4) Racing 3,80%
5) Estudiantes 3,68%
Luego se ubicaban: Defensa y Justicia (2,31%) y había otros dos que superaban el 1%, Argentinos (1,08%) y Talleres (1,06%).
El pelotón de los pretendientes
Antes de mencionarlos a los 16 equipos que están separados por cuatro puntos (entre 11 y 7), hay que aclarar que ocho de los equipos compiten también en el tramo decisivo de las dos Copas internacionales: seis en la Libertadores (Estudiantes, Talleres, Colón Boca, Vélez y River) y dos en la Sudamericana (Unión y Lanús), Se trata de un condicionamiento, claro. Porque la mayoría de los equipos interviene en el torneo local con un equipo muletto o mixto y guardo su equipo de gala para el ámbito internacional. Y eso se paga con puntos. La tabla actual vuelve a mostrarlo.
Detrás de Newell’s (14) y Gimnasia (14), se ubica otra novedad: Platense (12), tras su victoria en la noche del lunes, en Avellaneda, 3-1 ante Independiente. Luego continúan dos equipos con 11 puntos: Huracán y Banfield. Ninguno de los tres al igual que los líderes no compiten internacionalmente.
Huracán, de festejo. Con el triunfo ante River, en el Palacio Ducó, se prendió arriba. (Foto: @CAHuracán)
Con diez aparecen Racing, Godoy Cruz, Atlético Tucumán, Platense, Argentinos y Unión. Y ellos según cada caso tienen que atender otros frentes: el promedio escaso, el ingreso a las Copas, la Sudamericana, la Copa Argentina… Puro vértigo. Con nueve está Boca, cuya clara prioridad es la Libertadores. Con ocho, River, Sarmiento y Patronato. El primero quiere eliminar esta semana a Vélez de la máxima competición sudamericana. Los dos siguientes quieren zafar del descenso. Y el Rojo quiere encontrar su rumbo.
El pelotón lo completan, con siete, San Lorenzo, Independiente, Arsenal, Central Córdoba y Estudiantes. Más allá de las chances el campeonatos para este puñado de equipo se parece a una quimera. Pero en este fútbol argentino, de asombros a cada paso, todo puede ser posible.