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por qué Riquelme ratificó a Ibarra, qué puede pasar con Rojo y con “el capitan autoproclamado” Benedetto

La designación de Hugo Ibarra (acompañado por Leandro Gracián y Roberto Pompei) fue un movimiento de fichas en Boca. Como si se tratara de un gran tablero de ajedrez, desde la conducción del fútbol del club -más allá de que la presentación también contó con Jorge Ameal– entendieron que el mensaje a dar tenía que ser puertas adentro mucho más que para afuera. Y es que el DT interino -lo será mientras se inician las charlas con distintos técnicos a los que van a ir llamando en este tiempo para conocer sus ideas- evitará especulaciones de parte de un plantel que después de los episodios previos y post Corinthians y San Lorenzo quedó en medio de una observación interna y externa, justo en la antesala de otro partido en la Bombonera, con los hinchas en ebullición por la actitud de los jugadores. Si alguno creyó que el resultado en el Bajo Flores podía modificar la transición Ibarra, se equivocó. Y ahora continuará tomando decisiones.

¿Por qué Riquelme y compañía tomaron la determinación? Su gran resguardo es tener en el bolsillo el boleto para la Copa Libertadores 2023, algo que no tenía firme cuando hace un año habían puesto a Battaglia en ese mismo sitio y también llegando desde la Reserva, sin experiencia, y que terminó con dos vueltas olímpicas pero con deudas en lo futbolístico. Hoy sin esa urgencia detrás, y ya habiendo sido campeón en el ámbito local en el año, los tiempos son otros. Es cierto: buscarán competir en esta Liga (está a 6 puntos de la cima) y la Copa Argentina (está en 8vos de final y enfrentará allí a Agropecuario).

También se determinó porque el armado y desarmado del plantel (incluidos apellidos de peso, desgastados en su ciclo más allá de las disputas por el reclamo del dinero por premios en la Copa) va más allá de esta ventana de transferencias, pese a que más de uno pueda llegar a emigrar si es que acercan ofertas al club. Pero incluso así, en este tiempo Boca va a ir contactando entrenadores para ir conociendo su situación de cara a octubre, cuando termina el torneo doméstico.

“Tomamos decisiones, que estamos para eso. Con calma, tranquilidad y viendo la manera de seguir ganando títulos. Han pasado cosas que le han dado de comer a los medios… eso es cierto”, repasó Juan Román Riquelme en Radio 10. Y un rato más tarde fue Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol, quien ratificó que “la designación de Hugo (Ibarra) será para tomarnos el tiempo que hagan falta para tomar una decisión del futuro y creemos que estamos en buenas manos deportivamente”.

El ingreso de Pompei por Mariano Herrón (había estado en el cuerpo técnico de Russo y de Battaglia) fue también un enroque de piezas que decantó de la problemática interna que se armó en la antesala al cruce de Libertadores contra Corinthians. Y aunque Carlos Izquierdoz ya había contado que su idea era dejar el club en octubre, después de esta Copa, los tiempos pueden acelerarse si su representante acerca propuestas al club, con el que solo había renovado su vínculo para actualizar el dólar a percibir por mes y no por más tiempo.

El abrazo del conflicto: Rojo le dedicó su gol al capitán saliente.
Foto: Fernando de la Orden

El abrazo del conflicto: Rojo le dedicó su gol al capitán saliente.
Foto: Fernando de la Orden

“Fue una decisión técnica. Para eso soy el entrenador y tengo la responsabilidad. Creí que era lo mejor para el equipo”, buscó explicar Ibarra sobre la salida conflictiva del capitán. Hay dos verdades: que al DT no lo convence futbolísticamente pero también que su determinación tuvo que ver con la relación con el Consejo de fútbol, pese a que el propio futbolista expuso que “nunca tuve un problema con nadie en 15 años” desde su redes sociales.

Con una semana de entrenamientos para probar, analizar y también tener charlas, Ibarra puntualizará si es que la capitán de su once se sostiene en Marcos Rojo o si cambia de brazo. También si en cada línea incluye alternativas que trae de su mirada externa o si sostiene en el once a los jugadores que deberán saltar al campo de juego de Brandsen 805 para estar bajo la mirada de los hinchas de Boca. En el aire quedó flotando que en el Bajo Flores alguno forzó de más alguna acción para buscar una expulsión que lo mantenga al margen de esa situación. Todos tomaron nota. 

Con Darío Benedetto (¿hubo un llamado a Riquelme para bajar el tono de su situación?) también pesará una lupa especial. No solo por su condición de capitán autoproclamado; también porque en la cancha quedó marcado por aquellos penales fallados en la serie internacional. Él y Rojo, pese a ser referentes, también habían sido marcados por Battaglia por no cumplir con las normas. Por eso, a diferencia de Izquierdoz, tampoco tienen una ascendencia absoluta con sus compañeros. ¿Se momento de que la conducción del vestuario la lleve alguien formado en la institución?

En una conferencia de prensa en la que se imposibilitó de preguntar más allá del plano futbolístico quedaron preguntas flotando en el aire, aunque solo las semanas van a ir contestando dudas que todavía en Boca siguen sin responderse.

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