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El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, ex militar golpista, se mostró intransigente el jueves ante el levantamiento popular que afecta a su país, especialmente en el sur y su gigantesca capital económica Lagos.
El jefe de Estado advirtió a los manifestantes que no “autorizará a nadie ni a ningún grupo a poner en peligro la paz y la seguridad nacional”, en un discurso muy esperado por los 200 millones de nigerianos.
“Resistan a la tentación de ser utilizados por elementos subversivos para causar el caos y matar a nuestra joven democracia”, pidió tras la sangrienta represión el martes de manifestaciones pacíficas en Lagos, ciudad de 20 millones de habitantes y epicentro de la protesta que indignó al país y a la comunidad internacional.
Estados Unidos y la Unión Africana, la Unión Europea y la ONU condenaron la violencia y pidieron que los responsables sean judicializados.
En su discurso, el presidente les agradeció, pero los invitó “a esperar todos los elementos antes de juzgar”.
El mandatario no hizo ningún comentario sobre esta matanza, y lamentó haber “mostrado signos de debilidad al aceptar cinco peticiones hechas por los manifestantes” para reformar la policía.
Lagos, la capital económica de Nigeria, seguía este jueves sometida a toque de queda, con sus calles desiertas y sus tiendas cerradas, dos días después de una jornada de muerte y violencia tras la sangrienta represión de manifestaciones pacíficas.
Al menos 38 personas murieron el martes en todo el país, entre ellas 12 manifestantes en Lagos, donde el ejército y la policía dispararon con armas de fuego contra los movilizados, en especial en el peaje de Lekki, según Amnistía Internacional.
Desde el inicio de las manifestaciones hace dos semanas, 56 personas murieron en todo el país, según esta ONG.
Miles de jóvenes en las grandes ciudades de Nigeria, inicialmente movilizados vía las redes sociales, llevan 15 días saliendo a las calles para denunciar la violencia policial y la ineficacia y corrupción del poder central.
Este jueves, se escucharon varios disparos y una espesa humareda negra emanaba del techo de la prisión central de Lagos, según una periodista de la AFP. “Están atacando la prisión”, declararon policías ubicados cerca del centro penitenciario.
Pero a media tarde “la situación se había tranquilizado y parecía bajo control”, según el testimonio de un residente cerca de la prisión.
– Policía y ejército niegan responsabilidad –
La policía y el ejército, acusados por la matanza, niegan cualquier responsabilidad.
Pero los video grabados en Lekki muestran a militares disparando por encima de una muchedumbre que agitaba banderas y cantaba el himno nacional.
Estas imágenes recorren las redes sociales desde el martes por la noche y provocaron una oleada de cólera, el miércoles, entre centenares de jóvenes.
Varias comisarías, las sedes de una estación de televisión y de la Autoridad portuaria, así como una terminal de autobuses, fueron incendiadas. Se produjeron asimismo violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y jóvenes en varios barrios de la ciudad.
La represión de las manifestaciones provocó una nutrida condena internacional
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, condenó el jueves “el uso excesivo de la fuerza” por parte del ejército en Nigeria.
“Estados Unidos condena enérgicamente el uso excesivo de la fuerza por parte de los militares que dispararon contra manifestantes pacíficos en Lagos, causando muertos y heridos”, dijo Pompeo, instando a que se lleve a cabo una investigación inmediata sobre estos hechos.
Por su parte, la Unión Europea juzgó el miércoles “crucial que los responsables de estos abusos comparezcan ante la justicia y que rindan cuentas”, mientras la ONU pidió “el fin de la brutalidad y de los abusos policiales en Nigeria”.
El candidato presidencial demócrata en Estados Unidos, Joe Biden, pidió “al presidente Buhari y a los militares que cesen la violenta represión que ha costado la vida a varios manifestantes”, según dejó escrito en su página web.
Por su lado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, consideró que “parece bastante claro que las fuerzas nigerianas recurrieron de forma excesiva a la fuerza, disparando, y matando con balas reales”.
bur-cma/thm/me/mb/eg/lda
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