A 33 días del comienzo de los Juegos de Tokio, la Villa Olímpica abrió sus puertas al mundo por primera vez. En una ceremonia privada, reservada para algunos miembros de la prensa, el comité organizador inauguró oficialmente el complejo de edificios que albergará a los atletas y miembros de las delegaciones participantes durante las citas olímpicas (23 de julio al 8 de agosto) y paralímpica (24 de agosto al 5 de septiembre).
Ubicadas en una isla artificial de la bahía de Tokio con vistas a la metrópolis, las instalaciones fueron adaptadas en todos sus aspectos para prevenir contagios de coronavirus y serán el lugar donde los participantes pasarán la mayor parte de su tiempo, junto con los espacios de entrenamiento y competición, ya que tienen prohibido moverse libremente por la capital nipona u otras partes del país como parte del protocolo anti-Covid.
El complejo de 44 hectáreas contará con 18 mil camas para los deportistas olímpicos y otras ocho mil para los paralímpicos, todas fabricadas de cartón reciclado.
Los atletas se repartirán en unas 3.800 unidades individuales o dobles, que tienen una medida estándar de nueve metros cuadrados para las simples y de doce para las dobles y están equipadas especialmente con “accesibilidad universal” (aptas para personas con discapacidad o movilidad reducida). Y en el caso de equipos olímpicos de gran tamaño, podrían ocupar plantas o incluso edificios enteros.
La Villa, que recibirá los primeros atletas el 15 de julio, contará con dos comedores, que serán los únicos lugares donde los atletas podrán recibir servicios de restauración durante su estancia, ya que les está prohibido salir a establecimientos locales.
El mayor de ellos contará con una amplia variedad de platos –hasta 700 menús en rotación- y con oferta de alimentos vegetarianos, aptos para celíacos o “halal” (alimentos aceptados por la ley islámica). En tanto, el más pequeño contará exclusivamente con especialidades tradicionales niponas como el okonomiyaki (una especie de tortilla), el sushi o los yakitori (brochetas).
Cada asiento en las mesas comunes de los comedores contará con pantallas transparentes separadoras para evitar la propagación de gotas de saliva mientras se come. Es que ese será uno de los pocos momentos en que los deportistas -a quienes se les recomendará mantener una distancia interpersonal de al menos un metro y “minimizar” los contactos sociales- no deberán usar tapabocas.
La Villa tendrá dos comedores, los únicos lugares en los que los atletas no deberán usar tapabocas. Foto Kiyoshi Ota/Bloomberg
Las habitaciones están equipadas con “accesibilidad universal” (aptas para personas con discapacidad o movilidad reducida). Foto EFE/EPA/AKIO KON
Los residentes de la Villa también dispondrán de un enorme gimnasio equipado con más de 600 máquinas de entrenamiento, dentro del cual también se deberá llevar mascarilla y donde se instalarán pantallas separatorias entre cada aparato.
En su tiempo libre, podrán salir a varias zonas verdes integradas en el complejo o acudir a espacios de recreación, que contarán con consolas de videojuegos, instalaciones para tenis de mesa y hasta aparatos de realidad virtual. Y también visitar el “Village Plaza”, un complejo de esparcimiento y centro comercial con tiendas y servicios.
Todo pensando en hacer más amena su estadía, ya que en ningún caso podrán abandonar las instalaciones olímpicas por su cuenta. La particularidad es que toda la madera utilizada en dicho sector será reciclada cuando finalice la actividad.
Takashi Kitajima, director general de la Villa, advirtió que no se permitirán las fiestas, pero aclaró que los participantes podrán llevar bebidas alcohólicas a la villa para consumirlas en sus habitaciones, siempre que “beban solos”.
Las camas están fabricadas con cartón reciclado. Foto EFE/EPA/AKIO KON
Los atletas contarán con un enorme gimnasio equipado con más de 600 máquinas de entrenamiento. Foto Kiyoshi Ota/Bloomberg
Además, según la agencia japonesa Kyodonews, los organizadores decidieron que no se repartirán preservativos entre los atletas, como otra medida para incentivar el respeto por el distanciamiento social para prevenir los contagios. Aunque en un primer momento, se había dicho que se los iba a repartir y a pedir a los atletas que nos usen y se los lleven como souvenirs, finalmente se determinó no hacerlo.
Así, se romperá una tradición que comentó en Seúl 1988, cuando se distribuyeron condones entre los participantes para concientizar sobre el SIDA.
A la hora de desplazarse a las instalaciones de entrenamiento o a las sedes de competencia, los atletas y sus equipos dispondrán de un sistema especializado de taxis y colectivos, ya que tendrán prohibido utilizar el transporte público de Tokio.
En las áreas comunes de los edificios residenciales los atletas deberán usar mascarillas y respetar el distanciamiento social. Foto Kiyoshi Ota/Bloomberg
Habrá un sistema especializados de taxis y colectivos para que los atletas puedan desplazarse. Foto FE/EPA/KIMIMASA MAYAMA
El protocolo ante un positivo
Además de una clínica para atender las necesidades médicas generales de los deportistas, la Villa Olímpica cuenta con un centro especial al que deberán dirigirse los atletas que den positivo por Covid-19 en las pruebas diarias y obligatorias de saliva.
En ese centro se realizarán test nasofaríngeos PCR para confirmar los contagios de atletas, que deberán aguardar a los resultados en unas habitaciones de aislamiento habilitadas para ello.
Una de las áreas en las que los residentes de la Villa se someterán a los test diarios de coronavirus. Foto EFE/EPA/KIMIMASA MAYAMA
Si el PCR arroja un nuevo positivo, el paciente será enviado a unas de las instalaciones de cuarentena ubicadas afuera de la Villa (en su mayoría, hoteles destinados a tal fin) o trasladado a un hospital en caso de tener síntomas moderados o graves.
El centro de la Villa contará también con un equipo especializado en localizar a personas que hayan tenido contacto estrecho con los infectados, a quienes también se testará y pondrá en aislamiento temporal.
Uno de los responsables de los servicios médicos de Tokio 2020, Tetsuya Miyamoto, señaló que entre los mayores desafíos que afrontan estas instalaciones es “ser capaces de lidiar con situaciones en las que pueda haber muchos contagios debido al elevado movimiento de personas en el complejo”.
Si un atleta da positivo en un test de saliva, se aislará en una habitación del centro especializado de Covid-19 mientras espera el resultado del PCR. Foto EFE/EPA/KIMIMASA MAYAMA
Además de someterse a esos test diarios, los atletas deberán cumplir con un amplio y detallado abanico de medidas para prevenir posibles contagios durante su estancia en Japón. Y en caso de incumplimiento, se expondrán a sanciones que podrían incluir hasta su descalificación de los Juegos.
Con información de EFE y Télam