Además de su innegable trayectoria artística, Romina Yan fue madre de tres hijos: Franco, Valentín y Azul, fruto de su relación con Darío Giordano. Siempre habló de la maternidad como su mayor orgullo y refugio, incluso en pleno éxito profesional.
Su vida se apagó de forma repentina en septiembre de 2010, tras sufrir una descompensación mientras hacía ejercicio en un gimnasio. La noticia conmovió al país entero: se iba una figura querida, cercana y entrañable.
En sus apenas 36 años, Romina supo ganarse un lugar único en la cultura popular. Desde la entrañable Belén de Chiquititas hasta sus participaciones en Casi Ángeles y Jake & Blake, cada paso suyo en la pantalla quedó registrado en el corazón de varias generaciones.
Hoy, al recordarla en el día en que habría cumplido 51 años, el público no solo celebra a la artista, sino también a la mujer que con sencillez y talento supo dejar una marca imborrable en el espectáculo argentino.