Antolina Garay, madre de tres hijos de San Juan, atraviesa una situación desesperante: debe enfrentar una orden judicial que manda a derribar la casa que construyó con sus propios medios hace 13 años.
Antolina tiene una discapacidad por escoliosis y su hija padece leucemia, circunstancias que agravan aún más la dificultad de esta familia. En sus palabras, “Construí mi casa con lo poco que tenía. Hace diez años vivo acá con mis tres hijos: Zoe, de 13; Yamil, de 12; y Bastián, de 5. Ellos van a la escuela y dependen de mí”.
El origen del conflicto data de 2014, cuando Antolina compró el terreno a una vecina fallecida, Justa Agüero. Sin embargo, el documento de compraventa fue robado y, pese a la denuncia en la Comisaría Tercera, años después apareció una supuesta propietaria Cidanelia Guerrero que inició un reclamo judicial.
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