Después de analizar la difícil situación a través de dos reuniones virtuales, la Conmebol y la FIFA decidieron en conjunto suspender la doble fecha de eliminatorias sudamericanas que debía jugarse entre el 26 y el 30 de marzo debido a las complicaciones que surgían desde Europa por la cesión de los futbolistas.
Alemania e Inglaterra fueron los primeros países que determinaron que, si un jugador sudamericano venía a disputar los partidos con su selección, debía realizar en su regreso una cuarentena de dos semanas ante el rebrote de casos de coronavirus que evidencian.
Esta situación generó que los clubes se unieran en la postura de negarse a ceder a sus figuras ya que luego se perderían varios partidos en una recta decisiva para las definiciones de los certámenes locales y de las copas europeas.
Si bien todavía no existía una postura manifiesta, las ligas de Italia y de España podían acoplarse a la medida.
En este contexto, el viernes se realizó una primera reunión entre los representantes de los países que integran la Conmebol y dirigentes de la FIFA en la que no habían logrado llegar a un acuerdo sobre qué hacer con la fecha de Eliminatorias. Es más, de ese cónclave surgieron posturas diversas puertas adentro de los países sudamericanos debido al grado de perjuicio que podía sufrir cada uno. En este sentido, por ejemplo Brasil, se veía muy afectado si no podía contar con los futbolistas que juegan en la Premier League mientras que Argentina, en contrapartida, no cuenta con sus principales figuras en las ligas de Inglaterra o Alemania como sí ocurre con España e Italia.
El sábado, ya con la presencia virtual del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, la negociación llegó a buen puerto y optaron por reprogramar la ventana de marzo, correspondiente a la quinta y sexta fecha del torneo.
“El Consejo de la Conmebol resolvió suspender la doble fecha de las Eliminatorias para Catar 2022 prevista para marzo. La decisión obedece a la imposibilidad de contar en tiempo y forma con todos los jugadores sudamericanos”, publicó la entidad sudamericana este sábado tras la reunión vía zoom de la que participó el presidente de la AFA, Claudio Tapia.
El crecimiento de casos de coronavirus en Europa y las consecuentes medidas restrictivas planteadas especialmente en países como Alemania e Inglaterra, encendió la alerta en las selecciones sudamericanas que esta semana debían presentar la lista de convocados para la primera doble jornada de eliminatorias de 2021.
Los clubes europeos mantuvieron firme su postura de no ceder a los jugadores. Es más, tanto el entrenador del Liverpool, el alemán Jürgen Klopp, como su par del Manchester City, el español Pep Guardiola, manifestaron públicamente su decisión de no permitir que sus figuras viajen debido a que luego deberían hacer un aislamiento obligatorio al regresar.
En un primer momento, la Conmebol se movilizó rápidamente para volver a poner sobre la mesa el mismo argumento utilizado para las fechas anteriores, cuando los europeos también eran reticentes a ceder a sus futbolistas.
En aquella oportunidad hubo dos ventanas durante octubre y noviembre de 2020 y se implementó una burbuja con corredor sanitario incluido, por lo que aquellos jugadores convocados viajaron en vuelos privados desde y hacia Europa, y permanecieron aislados en sus respectivas concentraciones durante los días de permanencia en Sudamérica. Además, volaron en chárter durante los traslados internos.
Con ese argumento en la mano el presidente de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, respaldado por los miembros de todas las asociaciones, presentó el viernes ante la FIFA las garantías necesarias para que los clubes de Europa cedan con tranquilidad a los futbolistas convocados.
Pero no dieron el brazo a torcer. Y hasta circuló la extraña versión de mudar las eliminatorias sudamericanas al Viejo Continente para evitar el viaje de los futbolistas. Una que nunca tomó cuerpo.
El sábado al mediodía, ya con Infantino presente vía Zoom, los representantes de los países determinaron que las condiciones no estaban dadas para jugar.
La Selección de Lionel Scaloni debía enfrentar el viernes 26 de marzo a Uruguay por la quinta fecha del certamen, como local, en el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero y el martes 30 visitar Recife para chocar en el clásico ante Brasil.