En 2019, Unión de El Jagüel y SAT definían el Torneo de Luján, en un final que quedaría en el recuerdo por un polémico cruce que terminó en batalla campal.
El fútbol argentino vuelve a ser tendencia en el mundo. Esta vez, no por la definición agónica que encuentra a Racing y a Boca peleando cabeza a cabeza por quedarse con la Liga Profesional, ni muchos menos por la Selección Argentina, que empieza a preparar su último mes previo al arranque del Mundial. En esta oportunidad, en Twitter se está hablando nada menos que de la Liga Lujanense, y de un episodio que quedó en el recuerdo.
Allá por 2019, quienes se midieron en la definición del Torneo Regional fueron Unión de El Jagüel y SAT. El partido tuvo los condimentos, y a pesar de que contó con cinco goles, quedó marcado a fuego por una controversia que explotó sobre el final. Fue sobre el ocaso del encuentro, cuando Unión ya ganaba por 4 a 1 y se encaminaba al título. A falta de segundos para el cierre, la reacción de un futbolista del Sindicato Argentino de Televisión desató el escándalo.
De hecho, fue en la última jugada del partido, sobre el segundo minuto de adición. Mientras el árbitro miraba de reojo el reloj, un hombre de Unión de El Jagüel recuperó una pelota y la pisó a metros de la línea, casi a la altura de la mitad de cancha. El volante se perfiló hacia afuera y buscó darle continuidad a la jugada, pero se encontró de frente con un mediocampista del SAT que parecía haberse olvidado de la pelota.
Se trataba de Lucas Torres, quien con mucha bronca por el resultado parcial -y prácticamente definitivo-, protagonizó una de las patadas más violentas que se hayan registrado en el ascenso argentino. El volante con pasado en Lugano llegó tarde, y cruzó al hombre de Unión con una terrible patada a la altura de la rodilla. Con las dos piernas para adelante, con fuerza desmedida, y con un envión importante: una falta que pudo haber terminado mucho peor.
Para colmo, Torres había ‘atendido’ a su rival a metros del banco de suplentes de Unión, por lo que después de la patada, quedó enfrentado a más de una docena de sus rivales. Poco tardaron los hombres del club de El Jagüel en ir a confrontar al 7 del SAT, que lejos de bajar un cambio, redobló la apuesta. A Torres le reprochaban la dura falta, y él, respondía a los golpes.
En el medio, se sumaron los bancos de suplentes de ambos conjuntos, y lo que empezó con una patada criminal, en cuestión de segundos pasó a ser una verdadera batalla campal. Mientras el árbitro y sus asistentes miraban la vergonzosa escena desde un costado de la cancha, sobre el verde césped volaban golpes y hasta patadas voladoras. Se podía ver sangre en el rostro de más de un futbolista, y lo que apuntaba a ser una tarde para el recuerdo por lo futbolístico, se teñía de gris por la violencia.
Después de unos minutos de confusión, se pudieron calmar los ánimos, y los jugadores se retiraron hacia la zona de vestuarios sin poder disputar los últimos segundos del partido. La víctima de la brutal patada que derivó en el escándalo, Matías Casco, habló días después de la falta cometida por Torres, y comentó: “Teníamos una buena relación, pero del baile que le estábamos pegando ni se dio cuenta a quién le pegó. Después me pidió disculpas por mensaje”.
Y en base a las declaraciones del volante de Unión, horas después también se dio a conocer otro lamentable detalle del cruce. Torres, durante su paso por el club Lugano de la Primera D, había protagonizado otro hecho vergonzoso que le había costado una dura sanción: había agredido a un árbitro, en un episodio en el que el Tribunal de Disciplina lo había castigado con una suspensión de 24 fechas.
Lo cierto, es que por aquel momento la patada tomó mucha relevancia en redes, y el extracto del partido llegó a decir presente en más de un canal de televisión. Ahora, la patada de Lucas Torres vuelve a ser tendencia por un tuit que ya supera las 60 mil interacciones, y que cuenta con comentarios de usuarios de todo el mundo. Ya pasaron casi tres años de aquella tarde, pero la Liga Lujanense, vuelve a ser viral por esta patada, que ya es parte de la historia del ascenso.