La temporada de la NBA va llegando a su fin y Gabriel Deck sabía que tendría pocos partidos para mostrarse, pero vaya que lo está aprovechando: tuvo otra estupenda actuación en lo que fue caída de su equipo, Oklahoma City Thunder, ante Utah Jazz, 109 a 93.
El ala pivote argentino anotó nada menos que 18 puntos y fue uno de los goleadores del equipo y de la noche (apenas anotó un tanto menos que su compañero Svi Mykhailiuk.
Tortuga completó una planilla con 6-9 en tiros de cancha, 1-1 en triples y un perfecto 5-5 desde la línea de libres. Además, capturó 6 rebotes (2 ofensivos) y dio 1 asistencia en 26 minutos, la segunda mayor cantidad de tiempo que jugó desde que debutó en el equipo el pasado 29 de abril.
El santiagueño ingresó cuando quedaban tres minutos y medio para el final del primer cuarto y su equipo perdía por cinco (13-18) contra el mejor equipo de toda la temporada regular de la NBA.
Llegando a los últimos segundos del primer período, Deck anotó sus primeros puntos: un buen triple, pese a que lo apretaba el reloj de lanzamiento, tras sacarle ventaja a su marcador aprovechando la cesión en mano y posterior cortina de su compañero Tony Bradley.
Al inicio del segundo período, Gabriel hizo gala de su buen lanzamiento de media distancia. Amagando a penetrar, vio el hueco que le dejó Georges Niang y sacó el doble largo.
Como si estuviera mostrando productos en el mostrador, más tarde sacó a relucir la que probablemente sea su arma predilecta: el posteo de espaldas en el poste bajo.
Deck maneja con maestría el juego de pies y sabe usar el cuerpo para hacerse camino al aro y girar para cualquiera de los lados y ya sea sacar un tiro en suspensión alejándose o una bandeja por el fondo de la cancha. Así se mostró en la primera mitad: versátil para el ataque.
Gabriel Deck vs Utah Jazz
El santiagueño batió su récord de puntos
Y el repertorio continuaría aumentando en un último cuarto en el que el entrenador Mark Daigneault le dio bastantes minutos teniendo en cuenta que el pleito ya estaba definido en favor de uno de los candidatos al título (el Jazz para el inicio del período final ganaba por aproximadamente 30 puntos).
Allí Deck empezó a sacar faltas con penetraciones, frenos, tiros en suspensión, giros hacia un lado y hacia el otro e inteligencia para la selección de tiro, algo que entre los novatos lo distingue. Claro, a diferencia de la mayoría de sus compañeros, lleva nada menos que una década en el profesionalismo y jugó los últimos tres años en el máximo nivel mundial no NBA.
Y se nota. A este paso, Deck se encamina a ganarse el resto de su contrato, que por el momento es no garantizado (es decir que Oklahoma puede ejercer la opción de no hacerlo efectivo y liberarlo sin pagarle los tres años de potencial vínculo).
En un equipo lleno de jóvenes que buscan su oportunidad y en el que, a excepción del base Shai Gilgeous-Alexander, no hay ninguno que se destaque como un potencial crack por el momento, la puerta está abierta de par en par para Deck.
Aunque claro, todo dependerá no sólo de lo que él haga sino también de lo que pretenda el equipo. Otro argentino como Nicolás Brussino había tenido buenos rendimientos en Dallas y sorprendió que terminara recalando en Atlanta y, a la postre, saliendo de la mejor liga del mundo.
Con un poco más de suerte, Deck podrá mantenerse en la liga. Méritos, por su parte, está haciendo suficientes.