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un cuento de hadas de viernes y una cancha que ayudada por el viento empieza a mostrar los dientes

Temprano el viernes volvieron los jugadores a completar la primera ronda del US Open que había quedado inconclusa por falta de luz el jueves. Al tope del tablero quedaron Henley y Oosthuizen con cuatro golpes bajo par, y el sudafricano salió de inmediato a jugar la segunda vuelta.

En un día nublado y con muy poco viento sorprendió la poca cantidad de buenos scores entre los que jugaron a la mañana y así también quien se trepó a lo más alto al terminar esa parte del día. El inglés Richard Bland jugó la segunda ronda en 67 golpes y con un total de 137, cinco bajo par, miraba a todos desde arriba. Si se preguntan quién es este jugador, esta es una de esas historias que valen la pena leer. Una de esas que no tienen mucha publicidad, pero que muestran la otra cara del deporte.

El de Richard Bland es un nombre totalmente desconocido para aquellos que no siguen el golf muy de cerca e incluso para estos últimos puede también pasar desapercibido. Nacido el 3 de febrero de 1973 en una pequeña ciudad llamada Burton-on-Trent, Bland comenzó a jugar al golf de niño y enseguida supo lo que quería hacer en su vida. En 1996 se hizo profesional y a finales del año siguiente consiguió su tarjeta para jugar el Challenge Tour, segunda división del golf en el Viejo Continente. Allí pasó un par de años hasta que en 2001 ganó por primera vez y consiguió el pase al tour mayor. En esa primera temporada compitiendo con los mejores terminó 73 en la Orden de Mérito gracias a un segundo lugar en el Abierto de Irlanda. La carrera de Bland transcurrió con años en donde no salvaba la tarjeta y tenía que volver al Challenge Tour.

Richard Bland, un luchador del circuito. Foto: Reuters

Richard Bland, un luchador del circuito. Foto: Reuters

La historia es que a los 46 años Bland todavía nunca había ganado en el European Tour y en ese 2018 volvió a quedar fuera de los top 110 de Europa, lo que lo obligó a volver a la segunda división. No es sencillo a esa edad tomar la decisión de seguir peleando, sobre todo en un circuito en donde las bolsas de premios son muy bajas, la mayoría son jóvenes de menos de 30 años con la energía propia de la edad y el deseo de progresar intacto, pero Bland decidió que no quería darse por vencido. Volvió a recuperar su estatus para el circuito mayor y cuando se disponía a comenzar la temporada 2020 el mundo se detuvo. Finalmente todo el esfuerzo pagó sus dividendos y el 21 de mayo pasado, en su torneo número 478 en el European Tour, a los 48 años, Richard Bland se dio el gusto de ganar por primera vez cuando se quedó con el British Masters al derrotar en el primer hoyo del desempate al italiano Migliozzi. La emoción de Bland, sus lágrimas, la conversación vía Facetime con sus padres apenas finalizó y la alegría de muchos de sus compañeros del tour resumieron el significado de su triunfo. Esta es la historia de Richard Bland. Una de esas que merecen ser contadas.

Por la tarde nada fue muy diferente y solo el otro líder del primer día logró llegar a 6 bajo par con una ronda sin errores en sus primeros 17 hoyos, pero en el último capítulo falló un putt muy corto para par y así la punta del US Open luego de 36 hoyos quedó compartida entre Henley y Bland. Nadie, pero nadie, hubiera sido capaz de acertar estos dos nombres.

Del resto Koepka arrancó con todo logrando dos birdies en los primeros 4 hoyos y dio la sensación que el dos veces ganador tomaría el comando del campeonato. No solo no fue así, sino que su juego empezó a perder consistencia a medida que pasaban los hoyos y quedó a cinco de los líderes. Schauffele fue otro de los grandes nombres que jugaron por la tarde. Alternó buenas y malas, su putter no funcionó y quedó a tres.

Matthew Wolff corre desde atrás, pero es una gran amenaza. Foto: Reuters

Matthew Wolff corre desde atrás, pero es una gran amenaza. Foto: Reuters

Quien sí aprovechó la tarde fue Matthew Wolff que firmó 67 y quedó a uno. El joven de 22 años era líder del US Open el año pasado con solo 18 hoyos por jugar y no pudo aguantar la arremetida de DeChambeau. Este 2021 empezó complicado para Wolff que se retiró de varios torneos, que no pasó el corte en otros, y que finalmente se alejó del circuito por un tiempo para acomodar unos temas personales. Como él mismo lo contó en la conferencia de prensa, estos problemas tenían que ver más con su salud mental que se había deteriorado por las exigencias que le impuso la vida de golfista profesional. La presión de hacerlo bien cada semana y su propia auto exigencia lo llevaron a un lugar de donde no podía salir. Fue entonces cuando decidió tomarse un tiempo para reflexionar y así poder volver a ser el chico que apareció hace dos años y que prometía ser una superestrella. Juego le sobra y a partir de este sábado podrá tomarse revancha de lo sucedido en 2020 en el US Open.

Por último Fabián Gómez se dio finalmente el gusto de pasar un corte en un Major. El chaqueño no jugó bien y tuvo que pelear hasta el final para quedar en 4 sobre par para el campeonato, el número justo que se necesitaba para quedar entre los 60 mejores. El sábado jugará a las 7.43 AM junto al sudafricano Wilco Nienaber, uno de los pegadores más fuertes del mundo. Un buen fin de semana le vendría bien a Gómez, no solo para obtener una mejor ubicación, sino por que necesita sumar mucho para su ranking y tratar de terminar entre los 125 que a fin de la temporada mantienen sus privilegios para la próxima. En este momento se ubica en el puesto 196 de ese ranking.

Fabián Gómez pasó el corte y buscará crecer en las dos rondas finales. Foto: AFP

Fabián Gómez pasó el corte y buscará crecer en las dos rondas finales. Foto: AFP

No todos la pasaron bien en esta segunda jornada. Jordan Spieth (69) debió esperar hasta el final para saber que si pasaba el corte y Dustin Johnson (71) peleó para estar el fin de semana. Entre los que jugaron por la mañana estuvo el sudafricano Oosthuizen (71) que quedó a un golpe mientras que Rahm (70) sigue sólido y junto a Bubba Watson (67) están a dos de la cima. Entre los grandes nombres que no superaron el corte encontramos al ganador de 2012 Webb Simpson, al de 2013 Justin Rose, Tony Finau, Tyrrel Haton, Matt Kuchar y al ganador de la semana pasada Garrick Higgo.

Un campeonato bien abierto ya que entre los punteros y los que pasaron el corte con lo justo hay solo 9 golpes de diferencia. Seguramente veremos a alguno de los que juegan bien temprano el sábado despacharse con una buena ronda y pelear el domingo. A los líderes les será difícil porque la presión de soportar la punta de un gran campeonato el sábado es algo a lo que no están acostumbrados. No nos sorprendamos que la punta cambie de manos cuando termine la tercera jornada. El viernes empezó con 22 jugadores bajo par y terminó con solo 12. De a poco Torrey Pines empieza a mostrar los dientes y parece que no le hace falta que el viento sople un poco más fuerte para complicar a los mejores del mundo. El fin de semana promete ser apasionante y el US Open empieza a ser el campeonato que todos conocemos.

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