La NBA tal vez haya sido la liga que mejor manejó el brote de coronavirus que puso en jaque a tantos torneos en el mundo del deporte. Sin embargo, ahora está en alerta máxima: Seth Curry, tirador de Philadelphia 76ers, se enteró de que había dado positivo por Covid mientras estaba en pleno banco de suplentes, esperando para entrar a jugar contra los Brooklyn Nets.
Con una dolencia en un tobillo, el hermano de Stephen (figura de los Golden State Warriors) no iba a ser de la partida en la ciudad de Nueva York, pero acompañó al equipo e incluso se sentó en el banco.
Recién llegando al final del primer cuarto, la franquicia conoció el resultado del test hecho al jugador, que había dado positivo. Curry estaba sentado, usando su correspondiente máscara, entre Joel Embiid, una de las estrellas de Philadelphia, y el entrenador asistente Sam Cassell.
Apenas se conoció el resultado, Curry abandonó su lugar y se aisló, retirándose solo y ya sin compartir más espacio con sus compañeros.
Curry venía jugando una gran temporada con un promedio de 17 puntos por partido. Foto AFP
El plantel y el cuerpo técnico de los Sixers se quedarán haciendo cuarentena en Nueva York hasta que sean todos nuevamente testeados y se descarten nuevos contagios.
Embiid, quien tuvo un bebé hace tres meses, ya avisó -según informó ESPN- que se auto aislará de su familia hasta tener la certeza de que no está contagiado.
Más allá de eso, los Nets deben jugar esta noche ante Memphis y, al menos hasta las primeras horas del viernes en Argentina, nada indicaba que ese partido fuese a postergarse.
La preocupación se extendió enseguida. El perimetral, obviamente, estuvo en pleno contacto con sus compañeros, que a su vez jugaron contra Brooklyn en la noche de este jueves.
Pero al mismo tiempo, el mismísimo Curry -presumiblemente ya contagiado- jugó la noche anterior contra los Washington Wizards.
Esto, claro, hace pensar en una posible cadena de contagios que podría ser peligrosísima para el futuro de la liga.
Kevin Durant, de Brooklyn, no fue parte del juego con Philadelphia ya que entró en el protocolo de rastreo de contactos. Foto AFP
Sin ir más lejos, la temporada pasada fue inmediatamente suspendida en marzo cuando se conoció el primer caso positivo (Rudy Gobert), ya que un breve repaso daba cuenta de la enorme cantidad de equipos que habían estado entrelazados por el calendario.
Lógicamente, es imposible saber en qué momento se contagió Curry, pero sólo basta repasar el calendario para ver que en la última semana, además de los Wizards, se enfrentó a Charlotte en dos ocasiones (este lunes pasado y el sábado anterior).
Los Hornets, el miércoles, jugaron frente a Atlanta. Washington, en tanto, este viernes debe enfrentar a Boston.
En definitiva, una cadena que puede ser peligrosa y, si no se maneja con prudencia, podría volver a poner en jaque a la liga.
Para esta temporada, aunque los estadios siguen cerrados al público cada franquicia volvió a hacer de local en su propio estadio.
Vale recordar que para la definición de la última temporada (ocho partidos de fase regular y los playoffs) la NBA dispuso que toda la competencia se jugara en las instalaciones de Disney, en Orlando (Florida) y en modo “burbuja”, con todos los planteles y staffs hospedándose en alojamientos predeterminados y sin poder salir.
Philadelphia, este sábado, debía enfrentar a los Denver Nuggets de Facundo Campazzo. Ahora, ese partido parece ser lo de menos. La clave pasará por evitar o controlar cualquier posibilidad de brote masivo de Covid en la NBA.