vientos de 75 km por hora, desbordes en el hotel y tranquilidad tras el saludo de Messi

La Selección Argentina viajó a San Juan en busca de cerrar su semana perfecta. Es que, con una victoria frente a Brasil, el equipo que dirige Lionel Scaloni podría sacar su pasaje al Mundial de Qatar 2022, pero las cosas no arrancaron como se esperaba.

El arribo del chárter que llevó al equipo desde Ezeiza se esperaba cerca de las nueve de la noche, pero el avión nunca pudo aterrizar debido los fuertes vientos que, según informaron las autoridades sanjuaninas, llegaron hasta los 75 kilómetros por hora.

Veinte minutos antes de la llegada del vuelo de la Selección a la Tierra del Sol, los miles de fanáticos que esperaban al equipo de Lionel Messi en la puerta del hotel Bono Park  vieron cómo una especie de nube que envolvía remolinos de viento y tierra y comenzó a cubrir el cielo de San Juan. Fue entonces cuando los árboles comenzaron a moverse y todo se convirtió en una gran tormenta que cubrió los 12 kilómetros que separan el centro de la ciudad hasta la zona del aeropuerto.

El avión comenzó a hacer tiempo en el aire a la espera de que las condiciones climáticas cambiaran. Pero, como la situación se extendía, se barajó la posibilidad de que el vuelo se trasladara a Mendoza y que el equipo recorriera por tierra los 174 kilómetros que distan una provincia de la otra para por fin poder alojarse en el hotel donde se concentrarán.

Después de dar vueltas en el aire durante casi media hora, el avión de la Selección recibió la orden de aterrizaje desde la torre de controlo del Aeropuerto Internacional de San Juan (UAQ). Pero, una vez en tierra firme, surgió un nuevo inconveniente.

Según le comentaron a Clarín, la nave se movió al descender pero los jugadores pasaron el tenso momento sin mayores problemas. “Pudo haber sido peor”, dijeron desde la delegación.

Una vez en la pista, las puertas del avión no se abrieron por un largo rato debido a los vientos de 75 kilómetros por hora que azotaban el lugar.

La accidentada llegada de la Selección a San Juan culminó con la bronca de los miles de hinchas que esperaban a Messi, De Paul y compañía en la puerta del hotel. Las condiciones climáticas hicieron imposible que el micro se acercara al lugar donde se juntaba la multitud y la delegación ingresó por una puerta trasera.

Cuando los hinchas vieron que habían estado durante horas esperando a los jugadores, incluso soportando una tormenta de viento con tal de ver a sus ídolos, explotaron de bronca y comenzaron a tirar las vallas de seguridad hasta llegar a la puerta del hotel. Fueron minutos de tensión pero la cosa no pasó a mayores ni hubo agresiones.

Lejos de insultar, la gente nunca dejó de cantar por la Selección y recordar la reciente Copa América obtenida en Brasil. Tal es así que, cuando todo se tranquilizó, los jugadores dejaron sus valijas y salieron a saludar. 

Cuando Messi, ya sin barbijo, se acercó a la gente, los miles de fanáticos sintieron que la espera no había sido en vano. Así, todo se tranquilizó y, unos minutos después, la gente se fue dispersando y regresando a sus casas a la espera del partido de mañana.

Enviado Especial