Violencia en Zacatecas: cómo AMLO sigue minimizándola mientras Monreal pide “encomendarse a Dios”

El gobernador de Zacatecas David Monreal Ávila pasó de celebrar que el Plan Zacatecas II había logrado reducir los asesinatos en más de 80% en menos de un mes, a manifestar el temor que sienten nueve de cada diez habitantes de Fresnillo, según la encuesta que el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) realizó el municipio más poblado del estado; pues el mandatario pidió “encomendarse a Dios” para frenar la violencia.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue asegurando que el crimen va en decremento, como lo hizo en la conferencia matutina del jueves seis de enero del 2022, día en el cual fueron dejados 10 cadáveres a las afueras del Palacio de Gobierno zacatecano, incidente que logró cambiar el discurso del gobernador en cuanto a su percepción de la violencia, pero que sigue siendo “responsabilidad de todos”, según sus palabras.

David Monreal llegó a la gubernatura de Zacatecas tras las elecciones del 6 de junio del 2021, las más violentas que se han registrado en la historia del estado, pues más de 20 personas fueron asesinadas con lujo de violencia durante la jornada electoral a lo largo de diversas comunidades en el estado, cifra que se sumó a las 80 acribilladas durante las campañas de los candidatos.

Tras tomar protesta como gobernador, Monreal se encontró con un estado plagado de violencia, situación por la cual culpabilizó a los gobernadores vecinos, pues aseguró que autoridades de otros estados “luego vienen a sembrar sus muertitos”, por lo que aseguró que las cifras de violencia estaban infladas y no representaban los datos reales.

Debido a este escenario, el mandatario solicitó al gobierno federal implementar estrategias para reducir la inseguridad en la entidad, pues las cifras de secuestros, desapariciones y extorsiones, al igual que las de homicidios, presuntamente infladas, habían alcanzado un máximo histórico; por lo que se implementó el Plan Zacatecas II el 25 Noviembre del 2021.

Tras casi tres semanas de haberse puesto en marcha, el 13 de diciembre Monreal presumió que los homicidios dolosos habían tenido un decremento de 78% en la entidad, asimismo, se aseguró que habían logrado una reducción del 46% en los casos de lesiones, y hasta un 100% en los secuestros.

De la misma forma, AMLO celebró su estrategia pacífica de seguridad, promovida bajo la frase “Abrazos, no balazos”, y con la cual ha reiterado que se está logrando una disminución de la violencia en el país, pues tras el decremento de menos del 1% en asesinatos durante su mandato, ha asegurado que “Hay paz y hay tranquilidad en el país”.

En la conferencia matutina del jueves seis de enero, el presidente secundó a Monreal asegurando que el plan de apoyo a Zacatecas ha funcionado, pues afirmó que:

“Desde que echamos a andar medidas en Zacatecas, a pesar de que tenemos todavía, sobre todo en Fresnillo violencia, ya hay una disminución, porque estamos reforzando la presencia de la Guardia Nacional y lo mismo vamos a hacer en Sonora”.

La mañana de ese mismo día, tras el hallazgo de una camioneta al exterior del Palacio de Gobierno estatal, la cual contenía diez cuerpos sin vida, Monreal señaló la culpabilidad de terceros por la escalada de violencia en la entidad:

“Lo que nosotros recibimos es una herencia maldita, el tema de la inseguridad, es el tema de temas y sigo sosteniendo que la inseguridad dejó de ser un tema de Estado para ser un tema de todos”,dijo el mandatario.

A pesar de seguir culpando a las administraciones pasadas por la violencia y relegando la responsabilidad de frenarla a “todos”, Monreal manifestó sus deseos para dejar la conversación a un lado, pues cerró rápidamente el tema al que anteriormente le dedicaba un espacio amplio con una inusual petición: “Hay que encomendarnos a Dios, en el nombre sea de Dios y vámonos a las actividades”.

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