¿Quién no quisiera que todos los libros de su biblioteca estuvieran firmados por sus autores? Muchos salvaguardamos nuestros ejemplares autografiados y aquellas ediciones únicas como verdaderos tesoros, incluso guardamos en lugares recónditos de nuestras pertenencias. Pues bien, la Biblioteca Popular Circulante Menéndez Pelayo de Castropol en España lanzó un llamado para los amantes de la literatura que quieran evidenciar con sus propios ojos la existencia de una curaduría tan especial, según informó el portal La Nueva España.
Esta emblemática biblioteca, heredera original de la Biblioteca Popular Circulante fundada en 1922 por jóvenes universitarios de esta zona de España, se reactivó en 1945 tras el paso de la guerra civil que la mantuvo fuera de servicio para reabrir sus puertas con el nombre de “Menéndez Pelayo”, en honor del reconocido intelectual y escritor relacionado familiarmente con la región. El español Marcelino Menéndez Pelayo (1856 – 1912), ícono de la cultura local, se destacó como escritor, filólogo, crítico literario e historiador que combinaba su trabajo en la política con una gestión dedicada al fomento de la cultura, la poesía, la traducción y la filosofía, lo que también lo posicionó como un gran opcionado al Premio Nobel de Literatura.
Actualmente este recinto cultural que reúne a cientos de amantes de la literatura, cuenta con cerca de 18.000 títulos, más una serie de servicios adicionales para el público lector como una sala de lectura en la cual se pueden apreciar diversos textos en secciones infantil-juvenil y de adultos, referencia y hemeroteca, y en donde también los usuarios pueden acceder al préstamo de libros y revistas, bibliografía, etcétera. También existe un fondo local dedicado a recopilar publicaciones de todo tipo y temáticas, por ejemplo documentos históricos relacionados con el concejo de Castropol o realizadas por habitantes de la región.
El fondo histórico de esta biblioteca cuenta con publicaciones de los siglos XVIII y XIX, auténticas reliquias que llaman la atención de sus visitantes y que, gracias a esta nueva curaduría “100 años de firmas” salen a la luz para brindar nuevo conocimiento de la literatura a través del estudio de estos libros dedicados por sus autores a la biblioteca y que permiten un profundo análisis de su contexto histórico, de las prácticas de impresión, estilos de escritora, rasgos grafológicos y cientos de detalles más en los que es posible profundizar gracias a la observación.
Esta selección, catalogada por los conocedores como “la sección de Autógrafos más especial de las bibliotecas asturianas” cuenta con obras de Pío Baroja, un notable escritor español que abandonó la medicina para entregarse a la literatura; Ramón del Vallé-Inclán, novelista modernista; Miguel de Unamuno, un explorador incansable de diversos géneros en su escritura, Dámaso Alonso, Concha Espina; del poeta y cantautor canadianse Leonard Cohen y de personajes como el mismísimo Duque de Alba, que engrandecen una detallada colección de libros dedicados al fondo bibliotecario por sus autores, generalmente con una dedicatoria exclusiva.
Otra de las zonas que llaman particularmente la atención es el fondo del antiguo casino, depositado por los socios cuando la biblioteca abrió sus puertas en las nuevas instalaciones en la década de los años cuarenta, generando un espacio para admiradores de la cultura, pero también de la arquitectura.
Es tal la importancia de esta biblioteca en el entorno cultural español que cuenta con un interesante libro llamado “Memoria de la Biblioteca Popular Circulante de Castropol” escrito por Xabier Fernández Coronado y publicado en el año 2008, narrando la historia de este lugar que ha sido atravesado por varios de los episodios más representativos de este país y que históricamente ha sido un antecedente de la constitución de las redes de bibliotecas rurales en el mundo como un punto de encuentro de lectores, intelectuales y estudiosos alrededor de los libros.
Esta exposición está abierta al público desde este 20 de julio hasta el próximo 22 de septiembre de 2022 a lo largo de todo el verano con horarios específicos para apreciar la muestra de autógrafos literarios sin costo alguno con entrada libre para todas y todos los interesados en dar un vistazo al pasado y hacer crecer la admiración por las grandes historias y por supuesto, por quienes las escribieron.
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