La noticia de la jornada de viernes fue que Olympique de Marsella aceptó la propuesta por Darío Benedetto y, así, el Pipa jugará nuevamente en Boca. Pero más allá del club y del futbolista, el beneficiado por la operación será el representante Cristian Bragarnik, que logra poner nuevamente un pie en Boca tras varios meses de enemistad con el presidente Jorge Amor Ameal y el Consejo de Fútbol.
“Con Bragarnik está todo mal. Lo que hay que entender es que no puede ser el dueño del fútbol. Propongo ponerle coto a esto. No puede existir esto de ser el dueño de los jugadores, de los técnicos y hacer sus negocios. ¿Quién es Bragarnik? ¿Dónde jugó?”. Así hablaba Amor Ameal hace un par de años, cuando la figura del representante estaba ligada a Daniel Angelici.
“Ameal me dio a entender que, por Maradona y las cosas que dijo, tenía las puertas de Boca cerradas. Es el presidente de Boca y puede decidir lo que le parezca. De todas maneras, cuando me llamen o necesiten algo, estaré a disposición porque es mi trabajo”, había declarado el representante.
El tiempo pasó y, tal como contó el apoderado, Boca lo llamó. Y se puso a trabajar Bragarnik para tratar de hacer posible el sueño del regreso de Benedetto. Ya se contó en estas páginas la ingeniería del pase: Lisandro López se irá a Xolos, Walter Bou a Defensa y Justicia, Elche salda la deuda con Boca por Iván Marcone y el Pipa regresa. La semana próxima estará bajo las órdenes de Sebastián Battaglia, que lo espera con los brazos abiertos.
Será el segundo ciclo del Pipa en Boca. Estuvo entre 2016 y 2019, cuando marcó 45 goles en 76 partidos y consiguió tres títulos (Primera División 2016-2017, Superliga 2017-2018 y Supercopa Argentina 2018).
Con las llegadas de Figal y Benedetto Boca podría retirarse del mercado, aunque tiene pensando realizar un último intento por Angel Romero. El paraguayo había agradecido el interés, pero el tiempo pasó y no tuvo demasiadas ofertas. Por eso la posibilidad se reflotó. Lo mismo ocurre con Guillermo Pol Fernández, que está en el país por un problema personal. De todos modos, la intención del mediocampista es cumplir su contrato en Cruz Azul hasta julio y después analizar su futuro.