Lorenzo Musetti buscaba este domingo en el ATP 500 de Hamburgo su primer título en el circuito grande del tenis. Del otro lado de la red tuvo al fenomenal Carlos Alcaraz, quien se volvió loco con con una pequeña (¿o no tan pequeña?) trampita que hizo el italiano y que contó con la complicidad de la jueza de silla.
Con el marcador 6-4, 5-4 y 0-15 a favor de Musetti, que sacaba para quedarse con el partido y con el campeonato, Alcaraz lanzó una de esas clásicas dejadas que dejan sin respuesta a sus adversarios. El italiano llegó con lo justo a pasar la bola del otro lado de la red y terminó ganando el punto con un smash. Pero el español estalló de bronca.
El de Murcia aseguraba que la pelota había picado dos veces. Discutió largo y tendido con la jueza de silla, la francesa Aurélie Tourte, que explicaba una y otra vez que la jugada había sido lícita y mostraba cómo había sido el toque antes del segundo pique.
Tenía razón Carlitos, nomás… El español se negaba a volver a recibir y espiaba, mientras tanto, si su rival tenía un gesto (tardío) de caballerosidad. El verdugo del argentino Francisco Cerúndolo en las semifinales eligió el silenzio stampa en vez del fair play. La jueza de silla no vio la realidad. El italiano otro eligió modificarla en pos de ganar su primer título que parecía estar ahí cerquita. Increíble.
El joven maravilla, indignado, no podía creer lo que estaba pasando. No le quedó otra que volver a jugar… Quedó al toque con doble match point en contra. Pero el español, lejos de desenfocarse, se encargó de hacer justicia por mano propia. Levantó los dos puntos de partido, llegó al deuce y en la primera ventaja quebró el saque de su rival, igualar el marcador en el segundo parcial llevarlo un rato después al tiebreak.
Allí, en el desempate del segundo parcial, finalmente prevaleció Alcaraz. Volvió el italiano a desaprovechar otros tres match points y con una doble falta le sirvió el set a Alcaraz y estiró el suspenso al tercer set.