Todo parecía encarrilado a sacar el boleto a tercera ronda del US Open para Rafael Nadal. Pero el español se llevó un recuerdo no muy grato del duelo ante el italiano Fabio Fognini, que lo complicó en varios pasajes del partido. Es que cuando promediaba el cuarto y último set, la raqueta del mallorquín rebotó contra el cemento y le impactó de lleno en la nariz, provocándole un sangrado.
Enseguida, Nadal soltó su elemento de juego y se llevó las manos a la cabeza, denotando que había sentido el impacto. De hecho, se fue caminando solo hacia su silla, donde se acostó a la espera de la atención médica. Un leve mareo y un sangrado en la zona de tabique de la nariz, sembraron preocupación.
Fue en el cuarto game, cuando el español lideraba 3-0 y se encaminaba a la victoria, pero al devolver forzado un revés sobre el costado derecho desde el fondo de la cancha, la raqueta rebotó rápidamente contra el cemento y le dio en el centro de la cara.
“Un poquito mareado al principio y doloroso, pero estoy bien. Me había pasado con un palo de golf, no con una raqueta”, bromeó Nadal, al finalizar el choque ante Fognini, que le permite mantenerse en el camino rumbo al título e, incluso, recuperar el 1° del ranking mundial.
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Y ese duelo no fue fácil. Porque hubo incertidumbre cuando el italiano, siempre peligroso cuando está suelto, se había adelantado 6-2 y 4-2 en el primer tramo del encuentro. Pero desde ahí Nadal fue una aplanadora que no le permitió reaccionar a Fognini.
“Traté de jugar mejor, de alguna manera tratar de sentirme mejor en la cancha, no sentía nada, no había competido durante una hora y media, quizás fue de los peores inicios que tuve en mi carrera. Hay que mantenerse humilde y entender la situación”, analizó.
Lo cierto es que Nadal se quedó con el triunfo en cuatro sets con parciales de 2-6, 6-4, 6-2 y 6-1 para citarse con el francés Richard Gasquet en la próxima instancia.
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