Golpeado, con un tajo en la cabeza y ensangrentado. Así terminó un ladrón hace unas horas después de que un grupo de vecinos lo persiguiera tras un robo en una casa de Chimbas.
El sospechoso había entrado con un cómplice y entre los dos robaron un parlante, una garrafa de 15 kilos y un canasto con ropa, según datos policiales obtenidos por este diario.
Pero el ruido que hicieron en esa incursión despertó a la damnificada y los descubrió. La mujer gritó por ayuda. Los ladrones corrieron. Uno se llevó el parlante; el otro, la garrafa y la ropa.
Este último tuvo que deshacerse del botín y trepar por el techo de la vivienda de la mujer hasta llegar a la calle. Para ese momento, varios vecinos salieron a ver qué pasaba y se toparon con el delincuente descolgándose del techo, dijeron en la fuerza.
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