En Argentina, el envejecimiento poblacional es un fenómeno que avanza rápidamente, lo que ha provocado un aumento significativo en la demanda de profesionales dedicados al cuidado de las personas mayores. Los asistentes gerontológicos se han convertido en una figura esencial dentro del mercado laboral, ya que su labor va más allá de la atención básica: promueven la autonomía, el respeto y la dignidad de quienes cuidan, acompañándolos en sus actividades diarias y fomentando su bienestar integral.
Para responder a esta necesidad, el país cuenta con múltiples opciones de formación accesible y certificada. El Ministerio de Capital Humano, a través del Registro Nacional de Cuidadores Domiciliarios, ofrece cursos gratuitos abiertos a mayores de 18 años que cuenten con educación primaria completa. Estos cursos incluyen prácticas supervisadas y entregan una certificación nacional que habilita para trabajar formalmente en el área.
Por otro lado, la Unión Argentina de Prestadores de Servicios Gerontológicos ofrece una plataforma virtual para la formación y actualización de asistentes gerontológicos en todo el país, con contenidos que incluyen el manejo de enfermedades comunes en la vejez, técnicas de comunicación y habilidades para brindar apoyo físico y emocional.
El crecimiento de esta actividad también tiene un impacto positivo en la economía, ya que la formalización de empleos en el sector del cuidado contribuye a generar trabajos sostenibles y a consolidar una economía del cuidado que resulta clave para el futuro del país.
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