En las últimas horas, el Gobierno celebró eufóricamente el fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York que suspendió la orden de entregar el 51% de las acciones de YPF en manos del Estado argentino, según había ordenado la juez neoyorkina Loretta Preska.
Para los observadores afines al oficialismo, se trata de un “respiro” que brinda cierta “tranquilidad” temporaria a las tensiones económico-financieras que atraviesa la gestión encabezada por Javier Milei.
El nuevo fallo es positivo en el contexto de la volatilidad financiera y política local. Al mismo tiempo, el oficialismo utiliza y seguirá utilizando durante la campaña electoral, sobre todo para endilgar al kirchnerismo en general y a Axel Kicillof la responsabilidad del entuerto.
Se trata de un fallo que otorga tiempo al oficialismo, tiempo vital que llega más allá de las elecciones de este año, ya que puede sostener su apelación hasta mediados de 2026 sin ofrecer garantías.
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