Cada vez que se recibe una amenaza de bomba en la provincia, la Policía pone en marcha un protocolo estricto que involucra a la Brigada de Explosivos y a diversas áreas de seguridad. Aunque hasta el momento ninguna de estas advertencias resultó ser real, las autoridades recalcan que ningún aviso puede ser tomado a la ligera.
“La Policía es alertada por estas amenazas e inmediatamente se activa el protocolo. En un principio costaban entre 3 a 4 millones, pero ahora subió a 6 millones“, señaló la subjefa de la Policía, Cintia Álamo.
Según explicó la funcionaria, el procedimiento está diseñado por la Brigada de Explosivos, dependiente de la Dirección de Bomberos D-9, y se actualiza de manera permanente. “El protocolo está ajustado a todos los estándares y normas a nivel país, con todas las brigadas de explosivos de las fuerzas de seguridad, y actualizado con distintos protocolos a nivel internacional“.
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