La salud de Pablo Grillo, el fotoperiodista que resultó gravemente herido tras la represión de Gendarmería durante una marcha de jubilados el pasado 12 de marzo, volvió a generar preocupación. Su familia compartió un nuevo parte médico a través de redes sociales, donde señalaron que, si bien se mantiene estable en terapia intensiva, no presenta mejoras neurológicas.
En la publicación, explicaron que Pablo se encuentra “en una meseta” y que el Líquido Cefalorraquídeo (LCR) no alcanza a cubrir de manera suficiente todo el cerebro. Según la última tomografía, el ventrículo cerebral derecho muestra una mayor dilatación respecto al izquierdo, lo que derivó en la hipótesis de que la válvula que regula el LCR no estaría funcionando correctamente.
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Ante este panorama, los médicos decidieron realizarle este martes un cierre de válvula manual mediante una pequeña incisión. La familia transmitió que, a pesar de la compleja situación, Pablo continúa resistiendo: “Sigue luchando, está con fuerzas. El cariño que le hacen llegar lo siente y lo necesita. Gracias de todo corazón”, expresaron.