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El pan dulce es, desde hace décadas, uno de los grandes protagonistas de las celebraciones de fin de año. Con fruta abrillantada, chips de chocolate o rellenos cada vez más elaborados, el clásico navideño supo reinventarse sin perder su esencia. Sin embargo, en los últimos años comenzó a abrirse paso una alternativa pensada para quienes no disfrutan de los sabores dulces: el pan dulce salado.
En San Juan, esta propuesta empezó a ganar terreno de la mano de emprendimientos que apuestan a innovar sin alejarse de las tradiciones. Uno de ellos es Mil Suspiros, la pastelería de Betiana Morales, quien decidió darle forma a una idea que nació desde una experiencia personal. “Vi que mucha gente no les gustaba el pan dulce, a mí tampoco me gusta, entonces se me ocurrió tener otra alternativa “, explicó a TELESOL DIARIO.
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