El 22 de septiembre de 2024, el mundo del espectáculo se sacudió con la noticia de que Daniel “Tota” Santillán había muerto en un voraz incendio en su casa de Castelar. Once meses después, la Justicia decidió reabrir el caso para intentar responder a una pregunta que aún inquieta a sus hijos: ¿fue un suicidio o un crimen encubierto?
La medida se tomó tras la presentación de dos pruebas que, según el abogado de la familia, Juan Pablo Merlo, generan nuevas dudas. La primera es que la puerta trasera de la vivienda estaba abierta al momento del siniestro, lo que sugiere que alguien pudo haber entrado sin autorización. La segunda, que su teléfono celular —incautado por la Fiscalía— habría sido manipulado después, y meses más tarde, su número eliminado de todos los grupos de WhatsApp.
“Queremos una sola versión y saber realmente qué pasó”, sostuvo Merlo en declaraciones a TN Show, agregando que esperan que el aparato sea devuelto para peritarlo, ya que no se trata de un iPhone y no debería haber impedimentos técnicos para extraer la información.
Cabe recordar que fue un amigo quien encontró el cuerpo del exconductor de Pasión de Sábado, con el 90% de su superficie corporal quemada. La nueva etapa de investigación buscará esclarecer los hechos y cerrar un capítulo que, para la familia Santillán, sigue lleno de incógnitas.