Una conmoción internacional causó el ataque israelí a la Iglesia de la Sagrada Familia en la Franja de Gaza, el único templo católico en el enclave palestino. Entre los heridos se encuentra el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, quien desde hace años ejerce su labor pastoral en la zona. El Patriarcado Latino de Jerusalén confirmó que la parroquia sufrió daños considerables y que, por el momento, no hay víctimas fatales dentro del recinto religioso.
Fuentes médicas locales reportaron, sin embargo, que al menos dos mujeres murieron por el bombardeo en las inmediaciones, aunque no ha habido confirmación oficial por parte del Ejército de Israel, que tampoco se pronunció sobre el ataque a la iglesia. Romanelli fue evacuado y se encuentra bajo observación médica, según informaron medios religiosos.
El ataque encendió alarmas diplomáticas: la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, condenó el hecho calificándolo de “inaceptable” y denunció la agresión contra civiles. La ofensiva israelí sobre Gaza, que se intensificó tras los ataques del 7 de octubre de 2023, ya habría dejado más de 58.000 palestinos muertos, según fuentes locales. La comunidad católica internacional sigue con preocupación la situación del padre Romanelli y la destrucción del templo.