No deberán esmerarse demasiado los creativos publicitarios para elegir a los hombres que ilustrarán la previa de la final de la Copa América que Argentina y Brasil jugarán el sábado. Cara a cara en el Maracaná estarán dos de los mejores jugadores del mundo y también dos de los rostros más conocidos en los rincones más recónditos del planeta, capaces de vender papas fritas, shampoo, afeitadoras, pan lactal o tarjetas de crédito. Lionel Messi y Neymar. Otrora compañeros en Barcelona. Ahora adversarios y amigos. Pero no será un duelo de dos. Alrededor de estas superestrellas orbitará un conjunto de futbolistas con menos visibilidad, pero con historia y presente suficientes como para configurar un partido de primer nivel.
Pensar un equipo de fútbol como once cofres repletos de billetes resulta bastante rústico. Hecha la salvedad, la cotización de los futbolistas puede servir como orientadora para entender la dimensión de estos seleccionados. Tomando en cuenta los datos del sitio especializado Transfermarkt, el sábado se medirán el cuarto seleccionado más caro del planeta contra el noveno. Y los únicos dos del top ten que no son europeos.
Los 25 jugadores que Tite inscribió para este certamen subcontinental suman un valor de mercado de 1.082 millones de dólares, una cantidad solo superada por los planteles de Inglaterra (1.497 millones), Francia (1.218) y España (1.084) que intervinieron en la Eurocopa. Los 28 de Lionel Scaloni alcanzan los 765 millones, detrás de Bélgica (787) y delante de Países Bajos (719). En promedio, cada integrante del seleccionado brasileño tiene una cotización de 43,27 millones de euros, mientras que cada futbolista argentino vale 27,33 millones.
Si la comparación se lleva al terreno competitivo, un punto en común es que la mayoría de los jugadores de ambos planteles se desempeñaron la última temporada en las cinco ligas más fuertes de Europa (Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia): 21 argentinos y 20 brasileños. Solo siete futbolistas (Wéverton, Léo Ortiz, Éverton Ribeiro y Gabriel Barbosa, de la Verdeamarela; Franco Armani, Gonzalo Montiel y Julián Álvarez, de la Albiceleste) representaron a equipos de sus países. Ninguno de ellos es titular en los esquemas de Tite y Scaloni.
Si de títulos de liga se trata, el balance también fue parejo en la última campaña. Sergio Agüero ganó la Premier League con Manchester City; Lautaro Martínez, la Serie A con Inter; Ángel Correa, la Liga de España con Atlético de Madrid y Lisandro Martínez y Nicolás Tagliafico, la Eredivisie con Ajax. Del lado de los brasileños, Ederson y Gabriel Jesús festejaron con el City; Felipe y Renan Lodi, con el Atlético; mientras que Éverton Ribeiro y Gabriel Barbosa consiguieron el Brasileirão con Flamengo. Además, Thiago Silva obtuvo la Champions League con Chelsea y Wéverton, la Copa Libertadores con Palmeiras.
Después de ser campeón de la Eredivisie con Ajax, Nicolás Tagliafico busca un título con el seleccionado argentino.(Foto: Andre Coelho / EFE)
Para los dos emblemas de estos seleccionados fue una temporada magra. Messi debió conformarse con la Copa del Rey. Y como París Saint-Germain vio interrumpida por Lille su racha triunfal en la liga doméstica y nuevamente se quedó a las puertas de la consagración en la Champions, Neymar también alzó la Copa de Francia apenas como un premio consuelo.
Junto a los éxitos colectivos navegan los rendimientos individuales que abrieron puertas inesperadas para para muchos, sobre todo del lado argentino. Un caso emblemático es el de Emiliano Martínez, quien se ganó un lugar en la Selección gracias a su magnífica primera temporada en Aston Villa que además le valió ser reconocido por la Premier League como el mejor arquero del año, incluso por delante del hombre que el sábado cuidará la valla rival, Ederson, de Manchester City.
Emiliano Martínez, el mejor arquero de la última Premier League y el héroe inesperado de la Selección ante Colombia. (Foto: Fernando Bizerra / EFE)
En defensa, Scaloni también se nutrió de futbolistas que estaban fuera del radar del futbolero promedio. Algunos, sencillamente porque eran prácticamente desconocidos, como Nahuel Molina y Cristian Romero. Otros, porque se desempeñan (y muy bien) en equipos con poca cobertura mediática, como Germán Pezzella (Fiorentina) y Tagliafico (Ajax). En el caso de Nicolás Otamendi, porque en el City había quedado bastante relegado, pero en Benfica encontró nuevamente un espacio para tener ritmo y competencia.
Del otro lado, hay perfil alto, experiencia y muchas horas compartidas. Thiago Silva jugó decenas de partidos junto a Marquinhos durante siete temporada en el PSG antes de partir hacia Chelsea en 2020. Danilo es una fija en la banda derecha de Juventus. El punto menos seguro está en Renan Lodi, que nunca terminó de afianzarse ni en el Atlético de Madrid ni en el seleccionado.
Casemiro, amo y señor del medio en Real Madrid y en el seleccionado de Tite. (Foto: Andre Coelho / EFE)
También en el medio Tite tiene sello de calidad con Casemiro, patrón indiscutido en Real Madrid, y Fred, que en su tercera temporada en Manchester United consiguió finalmente titularidad en la elite. Scaloni buscó alternativas en dos hombres de excelente temporada en equipos de segunda línea, Rodrigo De Paul (Udinese) y Guido Rodríguez (Betis), y en dos que jugaron bastante menos en sus clubes, Leandro Paredes (PSG) y Giovani Lo Celso (Tottenham). En el caso del rosarino, jaqueado además por las lesiones.
Entre los socios en ataque de las dos figuras estelares, los de Messi llegaron con antecedentes recientes bien distintos. Lautaro Martínez, tras ser una pieza clave en el Inter que logró el Scudetto después de 11 años: marcó 17 goles, entregó 10 asistencias y formó una dupla temible con el belga Romelu Lukaku. Nicolás González, otra de las apuestas de Scaloni, con poco rodaje luego de un año condicionado por las dolencias físicas en Stuttgart que no le impidieron ser transferido a Fiorentina.
Lautaro Martínez hizo 17 goles en la última temporada de la Serie A. En esta Copa América lleva tres. (Foto: Joedson Alves / EFE)
Si los últimos meses en Europa no fueron prolíficos para González, tampoco lo fueron para los compinches de Neymar: Everton, de irregular primera temporada en Benfica; Lucas Paquetá, que luego de decepcionar en Milan tampoco pudo despegar en el Olympique de Lyon; y Richarlison, con mejor inicio que cierre de campaña en la Premier League, como todo su equipo, el Everton.
Junto a esta foto que hace presumir una final reñida, hay una dato categórico que favorece a los locales: 12 futbolistas brasileños ya fueron campeones con la Verdeamarela en la Copa América 2019. En cambio, ningún jugador del plantel argentino obtuvo un título con el seleccionado mayor. Lo más cercano fue la medalla de oro que en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 lograron Messi, Agüero y Ángel Di María, tres sobrevivientes de la vieja guardia que el sábado intentarán romper ese maleficio que ya lleva 28 años.
