El camino sudamericano hacia el Mundial 2030 podría cambiar para siempre. La clasificación directa de Argentina, Uruguay y Paraguay, por su condición de anfitriones del torneo, deja a la Conmebol con solo siete selecciones compitiendo por los cupos restantes, lo que ha encendido el debate sobre cómo mantener la emoción y la competitividad.
Montserrat Jiménez, directora jurídica del organismo, confirmó que ya se analizaron más de diez propuestas. “Tenemos tres clasificados y hay que darle una vuelta para que no se vuelva aburrida”, señaló, anticipando que la decisión final se conocerá en noviembre.
Entre las ideas en estudio, se plantea que las Eliminatorias funcionen también como clasificatorio para otras competencias internacionales, buscando maximizar la recaudación y posicionar al torneo como uno de los más rentables del mundo.
En paralelo, Sudamérica sueña con otro evento de peso: el Mundial de Clubes 2029. Brasil ya presentó su candidatura, pero no se descarta que Argentina, Uruguay y Paraguay se sumen. En caso de ser sede, el certamen se disputaría en diciembre de 2028 o enero de 2029, coincidiendo con los festejos por el centenario del primer Mundial.