En el ámbito personal y profesional, las conversaciones difíciles son inevitables. Postergarlas o evitarlas puede parecer la opción más cómoda, pero a menudo solo agrava los conflictos, genera resentimientos y debilita los vínculos. Aprender a diseñar estas conversaciones de manera consciente es una herramienta clave para crecer, liderar y vivir con mayor autenticidad.
¿Qué entendemos por una conversación difícil?
Son aquellas interacciones que implican una carga emocional, riesgo de confrontación o desacuerdo, como:
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