A diez días de que la muerte de Diego Maradona conmocionara al mundo, el astro del fútbol sigue recibiendo homenajes. Esta vez en su barrio y en la calle en la que su zurda prodigiosa dio los primeros pasos.
La calle Azamor, sobre la que estaba la casa en la que vivían doña Tota, don Diego y sus ocho hijos, se llamará Diego Armando Maradona después de que el Gobierno de Lomas de Zamora impulsara dos ordenanzas que aprobó el Concejo Deliberante.
La otra propone que la casa ubicada en Azamor 523 sea declarada Patrimonio Cultural y se convierta en un museo homenaje abierto a la comunidad.
Como contó Clarín cuando Maradona cumplió 60 años, esa casa en la que soñó “jugar un mundial y salir campeón” ya no es lo que era. Actualmente hay tendido eléctrico, la mayoría de la traza es de asfalto, y en los últimos años se incorporaron servicios y obras que estaban muy lejos de la realidad cuando la familia Maradona se radicó en este humilde barrio del conurbano bonaerense.
El frente de la casa en la que se crió Diego Maradona en Villa Fiorito. Foto: Maxi Failla.
De niño, Diego dio sus primeros pasos con la pelota en el potrero “las Siete canchitas”, actualmente denominado “Club Social y Deportivo Estrellas Unidas”.
Al conocerse la noticia de la muerte del astro, los vecinos se acercaron al que fue su primer hogar y lo convirtieron en un santuario dejando velas, carteles y banderas que permanecen en su fachada.
“La hermana de Pelusa, Kitty, se casó con un muchacho al que le decíamos Chirola. La hermana de ese Chirola se puso en pareja con el cartonero que ahora vive en la casa donde creció Pelusa. Si te acercás o querés sacar una foto, te echa o te pide plata. La casa no era nada que ver a lo que es ahora. Doña Tota mantenía todo impecable, ahora esto es un asco”, le contó a este medio Norberto, un vecino que conoció a los Maradona en aquellos años.