La Interpol cerró el cerco sobre Franco Maltese, el argentino de 28 años condenado por abuso sexual agravado, cuando pisó territorio italiano después de más de un año de fuga.
Su estrategia de usar la ciudadanía alemana -que obtuvo omitiendo su condena judicial- funcionó hasta que abandonó Alemania, país que no extradita a sus ciudadanos.
El caso se remonta a marzo de 2017, cuando Maltese conoció a la víctima mediante Tinder. Según la sentencia del Tribunal Oral N°5 de Capital Federal, el encuentro comenzó consensuado pero derivó en violencia cuando el acusado retiró el preservativo sin consentimiento y sometió a la joven sujetándola del cuello.
« — Para ver la nota completa, ingrese a la url de la nota — »