El drama de encontrar el par de tacones perfectos solo para descubrir que el talle no es exacto tiene una solución más sencilla de lo que parece. Expertas en reparación textil comparten técnicas efectivas para ajustar calzado hasta dos tallas más grande sin necesidad de costuras ni modificaciones permanentes.
El primer método, ideal para zapatos cerrados, consiste en un estratégico relleno con algodón en la punta que empuja el pie hacia atrás, eliminando ese espacio sobrante que hace resbalar el talón.
Un pequeño refuerzo adicional en la parte posterior puede marcar la diferencia entre un zapato incómodo y un ajuste perfecto. Este sistema permite personalizar la cantidad de relleno según la necesidad del momento y retirarlo fácilmente cuando el calzado es prestado.
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