Hubo VAR en el hipódromo de San Isidro, con 10 millones de pesos en juego, y el potrillo que había terminado segundo se quedó con la victoria.
Había 10 millones de pesos en juego y era una de las carreras de mayor expectativa del Hipódromo de San Isidro: el tradicional Gran Premio Jockey Club (G1-2000 metros) tuvo una definición de VAR que terminó a las trompadas. El potrillo Natán y El Musical pelearon cabeza a cabeza y el ganador cruzó el disco por una pequeña ventaja. Sin embargo, el resultado cambió el escritorios.
Tras la largada, El Musical intentó ganar de punta a punta, pero en la mitad de la prueba Natán apuró el paso y achicó la distancia. El lider, con Juan Cruz Villagra, cruzó el disco con una pequeña ventaja pero dejó su lugar por los palos y golpeó a su perseguidor, con Adrián Giannetti en las riendas.
El reglamento en el turf es claro y si se pierde la línea y un adversario resulta entorpecido por la acción, puede cambiar el resultado. Y eso fue lo que pasó.
Giannetti reclamó la acción de Villagra y adujo que le causó una molestia. Las autoridades deliberaron durante algunos minutos y sancionaron a El Musical y de esa manera el triunfo fue para Natán. La determinación hizo que 10 millones de pesos cambiaran de manos y, logicamente, los ánimos no fueron los mejores.
La modificación del orden de llegada por parte del Comisariato desató la furia de los allegados al caballo que había ganado en la pista y terminaron increpando a las autoridades. Los aplausos y los silbidos se confundieron en la atmósfera y en un instante, un hecho inusual para el Turf se apoderó de la atención.
Una persona protestó arrojando las chapas ubicadas en el marcador oficial mientras un grupo pasó de las agresiones verbales y amenazas a los golpes. La Policía, poca ya que no suelen suceder episodios como el del sábado, intentó calmar los ánimos, pero terminó recibiendo golpes.
La autoridades advirtieron que en la semana se producirán sanciones para los responsables de los desmanes.