
Esas latas de durazno que normalmente terminarían en el tacho de reciclaje pueden transformarse en tu mejor aliado contra los mosquitos este verano. La técnica, que combina ingenio y sustentabilidad, permite crear un porta-espiral efectivo con materiales que tenés en casa.
Instrucciones precisas:
1. Corte estratégico: Separar la base de dos latas hasta obtener cilindros de 3-4 cm de alto
2. Adaptación: Recortar un semicírculo en una lata para crear un borde extendido (parte exterior)
3. Ensamblaje: Encajar ambas piezas doblando las aristas hacia adentro para fijación
4. Personalización: Pintar con acrílico y agregar asas de alambre para manejo seguro
5. Uso final: Colocar espiral repelente en el soporte metálico en forma de U
Ventajas clave:
– Económico: Reutiliza materiales que normalmente descartarías
– Ecológico: Reduce residuos y evita químicos agresivos
– Decorativo: Podés personalizar el diseño con colores y patrones
– Efectivo: El metal contiene el calor del espiral de manera segura
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