Este miércoles, como ya ocurre de manera sostenida cada semana, jubilados y personas con discapacidad se movilizaron hasta las puertas del Congreso Nacional para reclamar por mejoras en sus ingresos, acceso a la salud y derechos básicos. A pesar de la edad avanzada y las dificultades físicas de muchos manifestantes, la protesta mantuvo su carácter firme y pacífico.
La jornada estuvo marcada por un operativo de seguridad desproporcionado, con vallas y un amplio despliegue de la Policía de la Ciudad que cerró completamente la avenida Entre Ríos, complicando la circulación y afectando a vecinos y comerciantes. Organizaciones de derechos humanos cuestionaron nuevamente la magnitud de estas medidas frente a una movilización pacífica protagonizada por adultos mayores.
En esta oportunidad, a los jubilados se sumaron personas con discapacidad y también familiares del fotoperiodista Pablo Grillo, quien fue agredido por las fuerzas de seguridad durante otra protesta de los miércoles. Su padre, Fabián Grillo, estuvo presente y expresó en diálogo con C5N: “Tengo mucha bronca, pero hay que canalizarla. Por eso estamos acá. Esta gente (el Gobierno) no entiende otro idioma que el de la violencia“.
La continuidad de estas marchas semanales refleja la creciente tensión entre los sectores más vulnerables y el Gobierno, en un contexto económico marcado por la inflación y la pérdida del poder adquisitivo, que golpea especialmente a los jubilados y pensionados.