El espacio donde los estudiantes de la Escuela Ángel D. Rojas disfrutan de sus recreos será rebautizado como “El Patio de Domingo”. Este nombre no es casualidad, sino un emotivo homenaje al querido Domingo, el perro que durante sus 18 años nunca faltó a clases, siendo un símbolo de lealtad y cariño para toda la comunidad educativa. En el lugar se incluirá una imagen para perpetuar su recuerdo, un gesto que, según palabras de la directora del establecimiento comunicadas a Radio Mil20, busca “recordarlo siempre”.
La pérdida de Domingo ha sido dolorosa. Su ausencia se siente profundamente entre alumnos, docentes y familias. Domingo era más que un simple perro; él representaba una conexión especial con cada rincón de la escuela. Durante años, su dueño lo traía puntualmente cada mañana para acompañar al alumnado en sus actividades escolares. Desde las 8 de la mañana hasta las 10, Domingo estaba presente, compartiendo juegos durante el recreo y siendo parte activa de las clases de educación física, donde nunca faltaba. Era el compañero fiel de todos, siempre dispuesto a jugar con la pelota y los aros junto a los chicos.
De acuerdo al relato de las docentes, en sus últimos meses, Domingo mostraba signos de envejecimiento, caminaba más despacio y ya no podía sentarse como antes. Sin embargo, su espíritu seguía siendo el mismo: estar cerca de los niños y participar en cada momento especial. En eventos como el Día de la Bandera, Domingo desfilaba junto a los alumnos, incluso adornado con una pequeña banderita.
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