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La provincia de Buenos Aires retomará la actividad educativa presencial desde la próxima semana. Hoy al mediodía, el gobernador Axel Kicillof definió junto a los 135 intendentes el esquema de regreso de acuerdo a la situación sanitaria de cada municipio.
Hace una semana había trascendido que 24 municipios del interior de la provincia estaban en condiciones de volver en forma gradual a las clases presenciales. Si bien todavía ajustan la lista definitiva, por el avance de los contagios serían algunos partidos menos.
En los distritos seleccionados, primero serán convocados los estudiantes, tanto de escuelas públicas como privadas, que perdieron el vínculo con sus docentes durante la cuarentena. Dentro de ese grupo, priorizarán a los últimos años de cada nivel, con clases tres veces por semana, con una duración de 90 minutos. Los demás cursos tendrán tan solo un encuentro presencial por semana.
Del mismo modo, otros partidos -muchos del conurbano- podrán retomar actividades educativas de revinculación, que se darán al aire libre en los patios o espacios abiertos de las escuelas.
De la reunión virtual con los intendentes participó la directora general de Cultura y Educación Agustina Vila, quien anticipó que mañana firmarán los protocolos de regreso a las escuelas. Del mismo modo, informó que cada semana se revisará el status epidemiológico de cada municipio, con la intención de avanzar o retroceder en la apertura de acuerdo al nivel de contagios.
Antes del encuentro con los intendentes, parte del gabinete de Kicillof se reunió con el comité de infectólogos que asesora a la administración bonaerense. Allí se definieron los distritos con luz verde y amarilla dentro del semáforo epidemiológico.
Tal como se acordó en el Consejo Federal de Educación, ahora son las provincias las que resuelven la vuelta a clases siguiendo un modelo que monitorea el nivel de transmisión del virus, los casos de los últimos 14 días y la ocupación de camas de terapia intensiva. De ese cruce de variables surgen tres resultados: riesgo bajo, moderado o alto. Los de riesgo bajo pueden retornar a las aulas; los de riesgo moderado pueden iniciar con actividades de revinculación.
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