El empresario Rodrigo García Manzano consiguió evitar una condena judicial luego de que se le hallara un arma de fuego sin autorización durante un operativo en su restobar. La Justicia de Flagrancia homologó este viernes un acuerdo de suspensión de juicio a prueba que lo libera de una pena, aunque no de sus otros frentes judiciales abiertos.
El episodio que lo puso en aprietos ocurrió el miércoles por la noche, cuando efectivos policiales allanaron su local gastronómico ubicado en Rawson, en el marco de una causa por presunta estafa. Durante la requisa, los uniformados hallaron en una biblioteca de su oficina un revólver calibre 32 cargado con cuatro balas. García Manzano no pudo acreditar la tenencia legal del arma, que resultó apta para el disparo, y quedó detenido.
En la audiencia realizada en Flagrancia, el fiscal Fernando Bonomo y el abogado defensor Wilson De Philippis convinieron que, por no tener antecedentes penales y no haber utilizado el arma en un delito, el empresario accediera a una probation de dos años. El juez Ricardo Moine convalidó el acuerdo, que incluye una multa de $10.000, la entrega del arma para su eventual destrucción y una reparación simbólica de $1.500.000 que será destinada a FUNDAME y a un merendero designado por la Oficina de Medidas Alternativas.
Además, el imputado deberá cumplir 120 horas de tareas comunitarias en la Municipalidad de Rawson durante los próximos nueve meses. Su defensa aseguró que el arma era un regalo de su abuelo y que nunca había sido utilizada.
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