Tras casi 90 días de análisis y peritajes, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró finalmente identificar los restos hallados el pasado 20 de mayo en una vivienda ubicada en avenida Congreso al 3700, en la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de Diego, un adolescente de 16 años que había desaparecido en 1984, según confirmaron fuentes judiciales.
El hallazgo ocurrió durante trabajos de excavación en el terreno, cuando obreros detectaron restos óseos en una fosa pequeña, de poco más de un metro de largo, ubicada sobre la medianera de la propiedad. La Policía de la Ciudad intervino de inmediato y bajo la supervisión del fiscal Martín López Perrando comenzó una investigación que incluyó análisis de ADN. La muestra obtenida de la madre del joven permitió una coincidencia exacta, lo que confirmó la identidad del cuerpo.
Los peritos de la Policía Científica hallaron 151 piezas óseas distribuidas en varios sobres de resguardo. Junto a ellas, había un reloj Casio CA-90 con calculadora, similar al que usaba Diego, que también fue clave para orientar la pesquisa.
La casa donde ocurrió el hallazgo tiene una historia particular: durante décadas funcionó como vivienda familiar, geriátrico e incluso iglesia. También fue habitada por distintas personalidades de la cultura porteña, entre ellas Gustavo Cerati, que alquiló el chalet trasero entre 2001 y 2003. La propiedad fue demolida hace unos meses, aunque en su terreno todavía quedan vestigios de las distintas etapas que atravesó.
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